Por El Eventual
La semana que hoy arranca será un poco movida en el tema sindical, es de recordar que se conmemora un aniversario más e la explosión en Pasta de Conchos el jueves 19 y pues se espera que el evento se utilice como siempre para atraer los reflectores y sacar ventaja con ese accidente.
Aquí en Monclova se mantiene el interés por conocer que sigue en el caso del licenciado Ancira, la sociedad y trabajadores son conscientes de que eso es definitivo para salir del problema que presenta la empresa, que envuelve a la sociedad en general de ahí la urgencia por encontrar solución.
Hay que insistir no por el hecho de que llegue Villacero se arreglan las cosas, el corporativo trae el plan de rescatar la producción, aumentar ventas y en ese camino poco a poco cubrir adeudos, eso debe entenderse hay quienes piensan que al día siguiente todo se arregla.
El vocero de la 147 Carlos Torres Terrazas, lo ha dicho en repetidas ocasiones, es el inicio del principio de la recuperación de la empresa, será un proceso largo, todo depende de la respuesta de los clientes si vuelven a reactivar sus pedidos y compras, así que a esperar no hay de otra.
En donde también pueden surgir noticias es en Lear, hay que recordar que la empresa alargó al 15 de febrero el plazo para cerrar y liquidar su personal tanto sindicalizado como de confianza, las condiciones que presenta el mercado no da margen a seguir en operación y mantener sus fuentes de trabajo.
Son cerca de 600 los obreros involucrados en este proceso, aunque desde la semana pasada empezó el proceso de recorte, en grupo de 20 de esta forma cubrir protocolos sanitarios tomando en cuenta que autoridades laborales dan fe de la liquidación del personal y evitar broncas.
Por esa razón no hay duda que esta semana se define el futuro de esa empresa, si hay otro pedido puede que se vuelva a prorrogar, pero de que seguirá el recorte de personal de eso no hay la menor duda, al menos es lo que se alcanza a observar en el ambiente de esa empresa que opera en Frontera.
Y hoy como todos los lunes el fiscalista Cesar Villarreal Ramos comparte una fábula por cierto muy interesante, vamos a analizar cuantas ocasiones nos hemos encontrado en esa circunstancia y decimos que no podemos cuando es algo simple de solucionar, adelante con la lectura.
Un rey recibió como obsequio, dos pequeños halcones, y los entregó al maestro de cetrería, para que los entrenara. Pasados unos meses, el maestro le informó al rey que uno de los halcones estaba perfectamente, pero que al otro no sabía qué le sucedía: no se había movido de la rama donde lo dejó desde el día que llegó.
El rey mandó llamar a curanderos y sanadores para que vieran al halcón, pero nadie pudo hacer volar el ave. Encargó, entonces, la misión a miembros de la corte, pero nada sucedió. Al día siguiente, por la ventana, el monarca pudo observar, que el ave aún continuaba inmóvil.
Entonces, decidió comunicar a su pueblo que ofrecería una recompensa a la persona que hiciera volar al halcón. A la mañana siguiente, vio al halcón volando ágilmente por los jardines. El rey le dijo a su corte, “Traedme al autor de ese milagro”. Su corte rápidamente le presentó a un campesino.
El rey le preguntó – ¿Tú hiciste volar al halcón? ¿Cómo lo hiciste? ¿Eres mago?
Intimidado el campesino le dijo al rey: – Fue fácil mi rey. Sólo corte la rama, y el halcón voló: se dio cuenta que tenía alas y se largó a volar. Por fin se dio cuenta de que podía ser libre y lo hizo.
Y ru estimado lector a que estás agarrado que te impide volar, de que no te puedes soltar?, Eso ocurre porque vivimos dentro de una zona de comodidad donde nos movemos, y creemos que eso es lo único que existe. Dentro de esa zona está todo lo que sabemos, y todo lo que creemos.
Convivimos con nuestros valores, nuestros miedos y nuestras limitaciones. En esa zona reina nuestro pasado y nuestra historia, todo lo conocido, cotidiano y fácil. Tenemos sueños, queremos resultados, buscamos oportunidades, pero no siempre estamos dispuestos a correr riesgos. No siempre estamos dispuestos a transitar caminos difíciles.
Deja de aferrarte a tu propia rama y corre el riesgo de volar más alto y quizás en tu vida como en la mía, podamos descubrir Dios nos ha dado alas para volar alto, tan alto como las águilas y descubrir que sus pensamientos al igual que sus caminos, son más altos que los nuestros atrévete a volar.
Hermoso mensaje verdad?
Dios los Bendiga
Nos leemos mañana