La pandemia del Covid-19 generó que la tradición de la imposición de la ceniza tuviera algunos cambios que nunca antes se habían visto, sin embargo, esto no detuvo la fe de los católicos.
Este año no hubo contacto físico, se acostumbraba que el sacerdote marcara la cruz en la frente de los feligreses, pero para evitar contagios por coronavirus solamente se celebró una misa y durante el día se estuvo repartiendo la ceniza en bolsitas pequeñas con una hoja de oración.
El padre Marco Medina, afirmó que este rito no se ha perdido pues a pesar de la contingencia por la que atraviesa el país los católicos salieron de casa para recoger la ceniza en las parroquias y sus capillas e imponer la cruz a cada integrante de su familia.
Además, hubo quienes acudieron a presenciar la misa donde la Iglesia llamó a los fieles a llevar 40 días de conversión y a prepararse verdaderamente para vivir los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo en la Semana Santa.
Cabe mencionar que se aplicaron las medidas sanitarias, las personas cumplieron con la sana distancia, portaron mascarilla, tuvieron que pasar por tapetes desinfectantes y hacer uso de gel para manos.