CIUDAD DE MÉXICO.- Bajo medidas excepcionales ordenadas por el Vaticano debido a la pandemia de coronavirus, millones de fieles católicos en todo el mundo celebran el Miércoles de Ceniza, que marca el inicio de la Cuaresma, un periodo de reflexión en que el cristiano debe redescubrir su relación con Dios.
En lugar de aplicar una marca de ceniza en la cabeza con la mano, según las costumbres de cada región, los sacerdotes deberían esparcir cenizas y recitar con cubrebocas el tradicional ‘Recuerda que polvo eres y en polvo te convertirás’ por única vez ante todos, y no para cada congregante.
El papa Francisco ofició la misa en la Basílica de San Pedro con unos pocos asistentes, en lugar de la Basílica Santa Sabina en la cercana Colina Aventina donde usualmente lo hace.