
“Todavía parece que fue ayer que amaneció y esperaba a que mi papá llegara para almorzar con él y platicar como amigos que éramos, porque a pesar de la corta edad, tenía una cercana relación con mi papá y lo extraño mucho”.
Lo anterior lo platica Pablo Rico Castillo, hijo del minero Gil Rico Montelongo, quien quedó atrapado en las entrañas de la mina 8 Pasta de Conchos hace 15 años.
“Parece que fue ayer, tenía nueve años cuando mi papá murió en la mina Pasta de Conchos y alcancé a medio razonar la magnitud de la noticia que pasaba en la localidad, y mamá fue muy fuerte en ocultar su desesperación y angustia por saber si mi papa sobrevivió al accidente, aquella madrugada del 19 de febrero del año 2006”, dijo.
Compartió que el accidente minero que le arrebató a su padre continúa latente y no hay día que no recuerde esa terrible noche que se enteró que su amigo y papá no regresaría a casa.
“Soy un hombre de bien por sus consejos y jamás voy a superar su pérdida porque siempre hará falta a pesar del paso de los años, hoy con 24 años su memoria vivirá en mí y predicaré con su ejemplo”, indicó.