El movimiento armado y social en México ocurrido a principios del siglo pasado, forma parte de la nación, pero muchos de sus acontecimientos se mantienen ocultos, pues al paso de los años se corre el riesgo de que sirvan como inspiración para nuevas guerras dentro del país.
Uno de los acontecimientos que la historia mexicana ha dado a conocer con muchas limitaciones, es la participación de las mujeres en el movimiento armado, señalándolas como valientes mujeres que seguían a las tropas para servir como enfermeras o en el peor de los casos, «criadas» que preparaban alimentos para los guerrilleros en sus campamentos.
Puede ser por machismo, pero dicha discriminación también ocurrió en la Revolución Mexicana, pues la mujer en las filas del ejército no era bien visto, a pesar de que muchos historiadores contemporáneos las ensalzan, pero no dan a conocer los verdaderos actos heroicos que estas realizaron como soldaderas.
Una mujer, fue capaz de dirigir parte de la famosa División del Norte, llevándolos a un glorioso triunfo tras realizar la toma de Torreón en Coahuila.
Sin embargo, fueron necesarias múltiples artimañas y mentiras para poder lograr los actos heroicos realizados por Petra Herrera, quien tras enlistarse en el batallón de Pancho Villa, se vio en la necesidad de vestirse de hombre y ocultar sus atributos femeninos, registrándose con el nombre de Pedro Herrera.
Por la mente de Petra pasaban las ideas de justicia y libertad, siendo una de las principales causas que la motivaron a enlistarse en el ejército, pero ella no quería ser una soldadera más que sólo eran utilizadas como cargadoras y para hacer tortillas.
Con un plan bien elaborado, Petra Herrera se ganó la confianza de sus superiores, quienes se sentían asombrados por la habilidad que «Pedro Herrera» demostraba para volar puentes con dinamita.
Pero sus hazañas llamaron la atención de varios integrantes de su batallón, quienes se percataron de la piel lisa de su rostro a pesar de nunca verla afeitarse, así como tampoco había sido observada dándose un baño.
Buscando la forma de salir de aprietos, ella aseguraba que se levantaba antes que sus compañeros para poder darse un baño y al oscurecer simulaba tomar una navaja y rasurarse a lo lejos.
Era sabido que en cada invasión que realizaban a los pueblo, en el botín de guerra iban incluidas las mujeres jóvenes que eran vejadas por los soldados, siguiendo Petra Herrera dicha tradición, pues escogía a la más pequeña de las mujeres y la llevaba a lo lejos en donde ocurriría el abuso sexual, pero al encontrarse lejos de la mirada de los demás guerrilleros que se encontraban entretenidos en la tarea de violar a sus víctimas, Petra se desnudaba y mostraba a la jovencita su verdadera identidad, para después pedirle que guardara su secreto y la dejaba escapar.
Los resultados en las batallas donde Pedro Herrera participaba llevaban a un triunfo rotundo, por lo que el general Villa lo puso a cargo de un pequeño batallón que se encargó de abrir el camino hacia la toma de Torreón en marzo de 1914, ganando la admiración del Centauro del Norte.
Eso fue lo que la motivó en revelar su verdadera identidad, para después solicitar su asenso hasta el grado de general, el cual le fue negado solo por el hecho de ser mujer.
A pesar de la discriminación que sufrió, Petra formó su propio batallón con más de 400 mujeres quienes participaron en múltiples luchas, hasta que rompió con la División del Norte, para después unirse al ejército Constitucionalista, en donde únicamente logro obtener el grado de coronel.
La participación del ejército femenino comandando por Petra Herrera estaba provocando el levantamiento armado de mujeres en muchas poblaciones, por lo que se ordenó que su batallón fuera disuelto por “órdenes superiores”.
Finalmente, esta valiente mujer fue comisionada como espía en Chihuahua, en donde trabajaba como mesera en una cantina para poder obtener información de posibles rebeliones en dicho territorio, hasta que resultó herida en una lucha de cantina, provocando su muerte días después.
Hay quienes aseguran que falleció al mando de su ejército en la famosa toma de Zacatecas, buscando poner en alto el nombre de la mujer en la Revolución.