Por Enrique Aranda
Félix Salgado: ¡candidatura o gabinete!
Al margen de conclusiones “inmediatistas” orientadas a posicionar la percepción de que, si bien no con total convicción —“ni de buena gana, ciertamente…”—, Andrés Manuel López Obrador y sus cercanos en Morena aceptaron finalmente la inviabilidad del impresentable Félix Salgado Macedonio al gobierno de Guerrero, lo cierto es que la decisión asumida y dada a conocer la noche del viernes por la Comisión de Honestidad y Justicia en contra de éste mueve a pensar que, finalmente, el senador, acusado de abuso sexual y violación, ¡acabará siendo su abanderado en los comicios de junio… en el peor de los casos!
Aunque descabellada, la hipótesis comenzó a cobrar fuerza luego de que la Comisión de Elecciones del partido del gobierno, que administra el siempre obsequioso ebradista-monrealista Mario Delgado Carrillo, conoció el resolutivo contrario al Diputado Costales y descubrió que el mismo no sólo deja en sus manos la suerte del guerrerense, sino que, además de declarar infundados e improcedentes los agravios en su contra, deja a salvo sus derechos políticos y, con ello, abre la posibilidad —“prácticamente lo sugiere”, se diría— de que el mismo estará en posibilidad de participar en la nueva encuesta (a modo) que para encontrar al candidato idóneo —“el que las mujeres y hombres de Guerrero decidan”, como reiteradamente señaló el tabasqueño— deberá llevar a cabo las próximas semanas.
Ello, obvio, en el marco de una arriesgada apuesta oficial orientada a reparar el daño que en la popularidad y aceptación de Ya Sabemos Quién pudo haber causado el álgido debate sostenido por él con prácticamente toda suerte de colectivos de mujeres —sin distingo de militancia política, ideológica o de cualquiera otra índole— y muchas más de manera personal que, en caso de no arrojar los resultados deseados, bien podría subsanarse con la asignación de la candidatura a otro militante menos cuestionado —Pablo Amílcar Sandoval, hermano de la cuestionada Irma Sandoval y cuñado de su impresentable “socio inmobiliario”, John Ackerman, sería la opción de los morenos puros— y, más tarde que temprano, si se quiere, nominar a un cargo de responsabilidad federal —a nivel gabinete, incluso— al desplazado, cuya cercanía con López Obrador está más que evidenciada.
Que nadie, entonces, se llame a sorpresa si, como aseguran no pocos al más alto nivel del partido oficial, la nominación acaba recayendo, otra vez, en el cuestionadísimo legislador o, en su caso, éste es rescatado por el gobierno federal en una operación que evidenciaría, otra vez, la escasa importancia que a la lucha por la defensa y respeto pleno a los derechos de la mujer existe en el ámbito de la 4T.
Asteriscos
- Donde además de cargar con uno de los peores gobiernos (estatal y capitalino) tienen que seguir lidiando con escándalos, es en Puebla. ¿Que no? Ahí está la acusación que contra el hijo de Javier Henaine, uno de los socios más cercanos del impresentable Mario Marín, presentó su exesposa por supuestos delitos de abuso cometidos en contra de su hija de cuatro años en 2018. Huelga decir que el asunto ganará relevancia…
Veámonos aquí mañana, con otro asunto De naturaleza política.