Por Yuriria Sierra
Así llegamos al 8M
No han entendido que queremos derribar las vallas, no quedarnos detrás de ellas
Hace un par de meses, el diputado se acercó a una compañera legisladora, ella se encontraba apoyada en el estrado. Estaba de espaldas, así que no vio cuando este “caballero” la tomó por detrás y puso una de sus manos sobre su pecho. La reacción de la diputada fue obvia, el rechazo. De inmediato lo empujó. Todo quedó grabado por las cámaras de televisión presentes en aquella sesión. La agredida lo denunció, además, agregó que el sujeto se encontraba en estado de ebriedad. El argumento de defensa fue que, lo que a la vista de todos fue un comportamiento inapropiado, para él fue un “gesto de bondad”. Dos meses después, este episodio generó una sanción: el agresor fue suspendido por cuatro meses, algunos pedían un castigo más fuerte, pero lo interesante de la discusión, además de la consecuencia (que sirve siempre como precedente), fue la conclusión a la que llegó el comité que analizó la denuncia en aquel Congreso: “la mujer ya no puede ser objeto de lujuria masculina…”.
En otra legislatura, a muchos, muchos kilómetros de distancia, en plena sesión virtual, un diputado llamó “esquizofrénica” a una compañera legisladora que señaló falta de transparencia en la votación de la ley que estaba entonces en agenda. Pero para él no hubo consecuencias. Se limitó a disculparse argumentando el calor de la política, aunque señaló que eso no justificaba su actuar. A pesar de sus disculpas, sabemos que esto no es un caso aislado.
Ojalá que en el primer caso habláramos de México, pero aquella agresión, que derivó en sanción, sucedió en Brasil, en la Asamblea de São Paulo. Lo que sí sucedió aquí, apenas esta semana, fue el episodio del legislador local en Puebla, a quien le ganó “el calor de la discusión política”, es de Morena, por cierto. Lo que también sucede aquí es que, legalmente, un instituto electoral no pudo (o no quiso) echar atrás una candidatura tan cuestionada como la de Félix Salgado Macedonio.
Y así inició la campaña en Guerrero, sin candidato, pero con candidato. Aunque también con un último llamado de mujeres de la 4T: “Es tiempo de las mujeres. La Cuarta Transformación y el feminismo son dos movimientos que van unidos por ser progresistas. No deben confrontarse. Seguimos lo mismo: la libertad y la igualdad. Por eso, las mujeres de Morena no podemos quedarnos calladas (…) Te pedimos, Félix Salgado Macedonio, que renuncies a tu candidatura…”, exigen en un video Lorena Villavicencio, Malú Mícher, Estefanía Veloz, Jesusa Rodríguez y más figuras morenistas.
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Con el inicio del proceso electoral, y ante el actual panorama, la única forma, hoy, en que #UnViolador-NoSeaGobernador es que él mismo renuncie a su aspiración. Tiene hasta un mes antes de la elección para hacerlo. ¿Qué va a suceder?
Por primera vez, el Palacio Nacional está completamente blindado previo a las movilizaciones del 8M. En Brasil, a pesar de Bolsonaro, el Poder Legislativo de un estado logró sentar un precedente ante la violencia de género. La oposición sirve para eso.
En México, hablamos de un político con cinco acusaciones de violación que tiene paso libre para llegar a una gubernatura. No han entendido que queremos derribar las vallas, no quedarnos detrás de ellas.
