Por Enrique Aranda
Ahumada, un “distractor” más…
Al margen de que la Corte Suprema de Argenti-na avale o no la reiterada solicitud de extradición a México del empresario Carlos Ahumada Kurtz que, vía Relaciones Exteriores, formalizó el miércoles el gobierno de la 4T, el asunto apunta a convertirse en uno más de los casos “emblemáticos” a utilizar por los candidatos de Morena y aliados en campaña, como prueba del “comprometido y exitoso” combate de Andrés Manuel López Obrador a la corrupción e impunidad de regímenes pasados.
Lo será, sin duda, como de hecho lo son ya el promocionado proceso iniciado contra el panista gobernador tamaulipeco, Francisco García Cabeza de Vaca, y el que de unos días a la fecha se viene armando, y promocionando igualmente, en contra del exmandatario nayarita de extracción priista, Roberto Sandoval. Que uno u otro, o el empresario argentino incluso, resulten finalmente culpables o no de los cargos imputados, o por imputarles, es lo de menos, lo importante es poder “reforzar el polarizante discurso antineoliberal, contrario al conservadurismo”, alentado desde el inicio del sexenio y, claro, exhibirlos en el marco del más complejo y trascendental proceso electoral de las últimas décadas en el que, no sobra insistir, libertades y derechos de los mexicanos estarán en juego…
La eventualidad de traer al país a quien —Ahumada— ganó fama en 2003 al ser exhibido entregando fajos de billetes al impresentable René El Señor de las Ligas Bejarano, secretario particular entonces del tabasqueño en la jefatura de Gobierno capitalino, constituirá, también, una oportunidad inmejorable para “cobrar facturas” por el agravio y daño político que el asunto causó a los directos implicados, además de ayudar a reforzar el caso contra la presunta autora y protagonista de la Estafa Maestra, Rosario Robles Berlanga, quien recién fracasó en su intento por recibir un trato judicial similar o igual al que se dispensa a personajes tales como Emilio Lozoya Austin, el empresario Alonso Ancira, y más.
Pensar, entonces, que la supuesta petición de López Obrador a su homólogo Alberto Fernández durante la visita que el argentino realizó al país al cierre de febrero, podría no estar necesariamente vinculada con la lucha contra la corrupción y/o la impunidad, o con una supuesta “venganza política” incluso, sino, en esencia, ser parte del montaje de casos que de suyo se sabe están en marcha por parte del gobierno federal, con miras a reforzar el —“cuestionable desde hoy”, diría alguno— discurso anticorrupción de los abanderados del partido del gobierno y sus aliados, es más que viable a la vista de cómo y en qué momento los casos citados han venido siendo ”detonados” de manera pública.
¿Que no?, al tiempo…
ASTERISCOS
- Digna de elogio y por demás reveladora del ambiente que prevalece en el sector privado ante la inminencia de los próximos comicios, la decisión de la Concanaco, de José Manuel López Campos, de incorporar a cuando menos dos mil de sus miembros como observadores electorales y a la cúpula toda como promotora del voto. “Yo voto porque quiero a México”, es la consigna.
Veámonos el miércoles, con otro asunto De Naturaleza Política.