La Doctora Leticia Sosa Hernández, desde que inició la pandemia se desempeñó dentro de las brigadas Covid-19 de la Jurisdicción Sanitaria, experiencia que le ha dejado grandes enseñanzas, pero sobre todo el amar más su profesión y valorar aun más a sus seres queridos, a quienes no ha podido ver desde que inicio la pandemia.
La doctora Lety como cariñosamente se le conoce, desde el pasado 23 de marzo hasta hace apenas unos días, se desempeñaba en la brigada Covid-19, encargada de tomar muestras en el Hospital General de Nueva Rosita, lo que le hizo entregarse aun más a su profesión, aun sabiendo de los riesgos y más teniendo una familia y niños pequeños, sabia a lo que se estaba enfrentando además de ver el dolor en personas cercanas de estar sufriendo las consecuencias de esta enfermedad.
“Ha sido algo difícil para mí, desde que llegaba a mi casa, tener que entrar por la puerta de atrás, no poder abrazar a mis hijos, tomando todas las medidas además de evitar el contacto físico” explicó.
Destacó que tiene un año que no mira a su familia, ellos están en la ciudad de Saltillo, ha sido un año sin poder abrazar a sus padres, hermanos. Sus hijos han tenido que estar en el encierro al no poder convivir con nadie más, ha sido para ella muy difícil.
Mencionó que ha sido difícil como mujer y esposa el estar todos los días cumpliendo con sus actividades además que se trabaja toda la semana incluyendo los sábados y domingos, olvidando los días festivos, cumpleaños de todo, tratando de cumplir todos los días.
“En cualquier situación que como mujeres se nos presente, sea una enfermedad o la pandemia, siempre debemos mantener la fe, esta situación del covid-19 fue una enfermedad que así nos lo demostró” puntualizó.
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La doctora Leticia Sosa Hernández, se encuentra ahora dentro de las brigadas de vacunación Covid-19