Unas 800 personas de 32 comunidades del Municipio de Coyuca de Catalán, Guerrero, se desplazaron hacia otras zonas tras ser amenazadas por integrantes de una banda de la delincuencia organizada.
Javier Hernández, secretario del Ejido Guajes de Ayala, señaló que ante la inacción de las autoridades para frenar las acciones delictivas de este grupo armado, la gente prefirió dejar sus pueblos y trasladarse a distintos lugares del Estado para estar a salvo.
Recordó que hace semanas miembros de la organización La Familia Michoacana intentaron ingresar a cuatro comunidades, pero los pobladores les hicieron frente enfrentándose a ellos a balazos.
El saldo de estos enfrentamientos, que duraron casi siete horas, fue de 15 integrantes de la Familia Michoacana muertos y cinco heridos.
Sin embargo, el Gobierno de Héctor Astudillo rechazó que se hayan registrado choques entre pobladores y hombres civiles armados.
Según Javier Hernández, fueron los sobrevivientes de esta agrupación armada los que se llevaron a sus compañeros muertos.
En entrevista telefónica, el secretario del Ejido pidió la intervención del subsecretario de Derechos Humanos y Migración de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas, para que atienda este problema y le brinde ayuda a las familias desplazadas.
Todavía un buen número de personas, añadió, se quedaron en sus pueblos, por lo que demandó que el Gobierno les brinde seguridad ante el acoso que están sufriendo por parte de la delincuencia.
El dirigente campesino acusó al Gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo Flores, de informar a la Federación que en esa zona de la sierra no ocurrió nada.
«Lo que dijo (Astudillo) es vergonzoso, pero ahora que hay cientos de familias desplazadas, que van a decir, acaso va a decir que no pasa nada?, dijo.
En tanto, ayer unas 250 personas desplazadas por la violencia en las comunidades de El Ciruelo, Hacienda de Dolores, Los Gachupines, Los Órganos, Seival, La Sierrita y Las Guacamayas arribaron a la cabecera de Coyuca de Catalán, en la región de la Tierra Caliente.
Ahí fueron atendidas por el Alcalde de este Municipio, Eusebio Echeverría, quien les prometió alojo y alimentación.