Infonor/La Prensa
Ha aumentado la violencia en contra de las mujeres en la pandemia entre un 15 a 18 por ciento, aseguró la directora del Instituto Coahuilense de las Mujeres, Katy Salinas Pérez.
“Hubo un aumento en llamadas telefónicas, ¿cuál es el tema?, no tanto si hay denuncia o no, sino si está ocurriendo y no se denuncia, es el tema que nos preocupa, entonces, se pusieron en marcha las 24 horas del día, los siete días de la semana, números telefónicos y redes sociales de diversas dependencias como el Instituto y el Centro de Justicia para las Mujeres para que si sufrían algún tipo de violencia y estaban en casa, precisamente por el confinamiento, nos llamaran a través de un mensaje o nos llamaran telefónicamente para nosotros poder acudir ante ellas”, destacó.
Indicó que el gobierno estatal acordó con los municipios que sus corporaciones apoyen cuando las mujeres piden ayuda aún cuando no interpongan denuncia ante el Ministerio Público, sino que se sientan respaldadas desde la policía municipal.
El incremento en las quejas de las mujeres se reflejó más en los primeros dos meses de la pandemia, comentó, y el resto del año pasado y el presente están acudiendo a los Centros de Justicia en busca de una atención.
En el Museo Coahuila y Texas, la funcionaria encabezó un evento junto con el alcalde Agustín Ramos Pérez, de entrega de constancias de preparatoria a mujeres que concluyeron sus estudios de este nivel.
Comunicó que anualmente se gradúan cerca de 200 mujeres de preparatoria en el estado gracias al programa de enseñanza abierta que el Gobierno estatal proporciona de manera casi gratuita pues sólo pagan 115 pesos de inscripción.
Muchas mujeres siguen estudiando una carrera profesional como es el caso de más de 500 mujeres que están en la Universidad Pedagógica Nacional becadas, es decir, para ellas es gratuito, aseveró.
Entre alumnas de bachillerato y carreras universitarias suman 2 mil mujeres estudiantes, afirmó Salinas Pérez, lo que les permite tener igualdad en oportunidades y salir del contexto de desigualdad.
Rosa Flores Reséndiz, de 60 años, externó que antes no pudo estudiar, pero hoy continuará la carrera de Psicología, “Hijos, familia y me casé muy joven, pero gracias a Dios pude llevar a cabo este estudio”.
La directora del Instituto Coahuilense aclaró que no todas las mujeres que están estudiando provienen de casos de maltrato y violencia, pero sí de desigualdad pues en su momento se les negó estudiar por un padre o un esposo, o no había tiempo por los hijos.