Por Rocío de Jesús
Ayer 22 de marzo se cumplió un año de que en Monclova se vivía algo inesperado, autoridades municipales instruyeron el cierre indefinido de locales comerciales, como estrategia al combate contra el Covid 19.
Ese mismo día, pasadas las 3 de la tarde, Liverpool anunciaba su cierre, por lo que las autoridades de Protección Civil exhortaron al resto de los comerciantes del Mall Paseo Monclova a cerrar también.
Monclova lucía desolada, desierta, la gente no daba crédito a lo que vivía, se instruyó el encierro domiciliario y para lograrlo, se cerraron restaurantes, centro de diversión, cines, gimnasios y días más tarde, las aulas se vaciarían también.
Pero ni eso logró detener al virus SARS Cov2 causante del coronavirus, que en la localidad apenas se cernía, lo peor estaba por llegar.
Aun con la suspensión del sector comercial, el virus logró esparcirse dentro del Instituto Mexicano del Seguro Social y Monclova llegó a ser epicentro de contagios, cuyo brote mayor surgió en el mismo hospital donde la gente sería tratada, en el famoso Bloque B o Piso Covid de la cínica 7 del IMSS.
De 2 a 3 meses duró el cierre de negocios, muchos de ellos quebraron o decidieron cerrar ya que no podían sostener a sus empleados, quienes estaban en espera de la reactivación.
Por ese tiempo, múltiples locales lucían letreros de SE RENTA, debido a que los arrendatarios los desalojaron, ante la insostenible situación económica.
Otros tantos resistieron, hasta que la reactivación les permitió abrir con estrictas medidas de prevención, principalmente un reducido aforo.
Hace pocos días que todo parece haber vuelto a la normalidad, y aunque el virus esta latente, la gente parece haber olvidado la dura lección que un año atrás, la naturaleza intentaba dar en todo el mundo.
Hoy de nuevo están abiertos los lugares de diversión y los centros comerciales, incluso ya se permite el ingreso de menores, pese a que las escuelas siguen cerradas.
Las autoridades esperan que el exceso de confianza, no derive en un nuevo cierre como ocurrió, ese inolvidable marzo del 2020, en el que miles de empleos se perdieron, en un intento de cuidar las vidas, intento, que tampoco se logró.