Por Rocío de Jesús
Desde sentimientos de culpa, hasta consumo de drogas e intentos de suicidio, puede desencadenar un acoso o abuso sexual en los estudiantes, señaló la sicóloga forense María del Refugio Hernández Gaytán.
Mencionó que las consecuencias siempre serán negativas, ya que si es por parte de un maestro o incluso de un intendente, por ser una persona mayor, los adolescentes o jóvenes lo ven incluso como una figura de poder.
“El impacto es muy fuerte y profundo, a tal grado que las secuelas pueden ser desde sentimientos de culpa, vergüenza, impotencia, porque es una figura que representa autoridad como lo son los profesores”.
La especialista indicó que invariablemente se presenta un cambio tremendo de conducta, y se puede llegar a presentar depresión desde nivel moderado a grave, la víctima se puede auto agredir o agredir a otras personas.
Así mismo se genera un sentimiento de desconfianza e inseguridad ante la presencia de otros varones, y en búsqueda de mitigar el dolor tan profundo, muchos de los afectados se refugian en cualquier tipo de drogas que adormezcan el dolor que sienten y no físico sino emocional.
Añadió que la mayoría presentan un trastorno de estrés postraumático, dicho síndrome surge poco tiempo después de haber vivido el hecho traumatizante.
Refirió que comúnmente los adolescentes tienden a tener conductas de alto riesgo, actividades temerarias y juegos extremos, que no son sino una manera de pedir auxilio y externar que algo está pasando.
Comentó que algunos casos terminan también en la deserción escolar, y muchos recurren al intento de suicidio, siento esta la más grave de todas las secuelas.