Por Carolina Salomón
El Niño Fidencio salvó a familias del ejido Espinazo, no es casualidad que el tren con 30 vagones se descarrilara en despoblado, Fidencio Constantino lo frenó para que no llegara al poblado y evitar que ocurriera una desgracia.
Era la medianoche del viernes, 700 habitantes de la comunidad ya descansaban pero un fuerte encontronazo los despertó, era el tren que se había salido de la vía, el cual transportaba además pipas con miles de litros de químicos altamente peligrosos que se esparcirían rápidamente.
No sabían de qué se trataba solo se encomendaron al “Niño”, el olor era muy fuerte, les empezaba a molestar en la nariz y ojos y a preocupar a la vez de que pudiera ocurrir una explosión pues entre los lugareños se empezaba a correr el rumor que era gas metano.
Trabajadores de ferrocarriles tocaron puertas de la iglesia Fidencista Cristiana, dando el aviso que “mejor evacuen porque no sabemos que es lo que traigan y puede ser peligroso”.
Con el sonido del templo llamaron a la gente que salieran de los hogares, cargaron con cosas indispensables como documentos oficiales, abrigos y cobertores.
Todos se reunieron en la plaza y en cuestión de minutos Espinazo, ejido que se encuentra entre Nuevo León y Coahuila quedó vacío, la parroquia de Fidencio fue cerrada y con la bendición de Dios y el Niño las familias se fueron retirando.
“Fueron montones de vagones, como 30 que se voltearon y no quedó ni un alma aquí, en un dos por tres se dieron apoyo y hubo quienes cargaron con gatos y perros, hubo mucha solidaridad entre los que tienen camioneta y carros”, dijo un habitante la zona rural.
En el ejido La Popa Coahuila se resguardaron 700 habitantes de Espinazo que hasta las 5:00 de la mañana del sábado decidieron regresar a sus viviendas luego de que el Alcalde de Mina Nuevo León les notificó que no era de peligro.
“Nunca habíamos visto un accidente ferroviario aquí, por la cantidad de vagones descarrilados, la rápida actuación de las familias en evacuar, que el químico se derramó en despoblado y no hubo lesionados, definitivamente el Niño Fidencio protegió cientos de vidas”, mencionó.
Seguridad Pública, Protección Civil y Policía del Estado de ambos estados, prestaron apoyo durante el incidente que se registró y donde afortunadamente no hubo pérdidas de vidas humanas.
Desde el sábado el campo de béisbol del ejido se convirtió en un campamento por ferrocarriles pues luego de derramarse el químico y quedar los vagones volteados se instaló maquinaria pesada para retirarlos.