Por Fabiola Sánchez
Después de haber permanecido bajo resguardo por un año, un adulto mayor que por necesidad tuvo que salir a realizarse un corte de cabello, quedó totalmente decepcionado ante el comportamiento de los empleados del negocio quienes no portaban su cubre bocas y de manera frecuente se escuchaban toser.
Este pasado lunes un vecino de la zona centro nos abordó para pedir exhibir las irregularidades que están cometiendo los empleados o dueña de una estética ubicada en un pasaje en el primer cuadro.
“Tanto que nos hemos cuidado mi esposa y yo porque ya somos parte de la población vulnerable de contagio del Covid-19, por lo que permanecimos bajo resguardo todo este tiempo y ahora que anuncian que bajaron los contagios decidimos salir hacer algunas actividades no topamos con esto, que la gente le vale ya el Covid”, así lo expresó el señor.
Señaló que al arribar a la estética de nombre “Criss”, el pidió a la empleada le realizara el corte de cabello, ya cuando estaba sentado recibiendo el servicio se percató que un costado de una mujer sin cubrebocas tocía frecuentemente, sin nadie comentarle nada al respecto.
Argumentó que esto causo incomodidad por lo que pide públicamente ante este medio de comunicación que los encargados de negocios y establecimientos en general tomen en consideración que el riesgo de contagio aun es latente.
Sugirió que sería importante que las autoridades no aflojen las vigilancias por los negocios y cerciorarse que se estén cumpliendo las medidas de salud, ya que ellos en lo particular han cuidado y cumplido lo indicado, para no ser víctimas de este virus.