
Por Rocío de Jesús
“El jueves Santo se conmemora la Institución de La Eucaristía como un regalo y también se conmemora la Institución de uno de los Sacramentos de entrega al Señor: el Sacramento de La Orden Sacerdotal y La Vida de Servicio a los demás”.
Así dio inicio la celebración del Jueves Santo, en la cual tradicionalmente se bendice el pan, alimento que recuerda a la institución de la eucaristía (pan de vida o alimento para el alma).
Los creyentes acudieron a los templos, llevando pan para bendecir, mismo que compartirán con sus familias o incluso vecinos, como un acto de amor y solidaridad.
Durante el Jueves Santo se realiza también el lavatorio de pies, acto que este año queda sin efecto, para no descuidar el protocolo sanitario.
Con la celebración del jueves Santo se abre el Triduo Pascual y es un día de emociones encontradas pues para algunos representa tristeza, dolor e incluso traición, al recordar que fue durante la Última Cena, cuando Jesús anunció que lo entregarían.
El día de mañana se dará continuidad a las actividades religiosas que propias de esta temporada, que culminan este domingo 4 de abril.
Después de dos años, la Iglesia católica pudo celebrar la Semana Santa de manera presencial, ya que el año pasado se canceló derivado de la contingencia sanitaria.
Pese a reanudarse las celebraciones, el aforo sigue siendo mínimo, solamente de un 25 por ciento de la capacidad máxima, por lo que se exhorta a los interesados en asistir, a comunicarse a sus respectivas parroquias y solicitar un lugar en las distintas actividades.