Propietarios de balnearios en Ojo Caliente desistieron de abrir este fin de semana ante el temor de una alta afluencia de visitantes que impidiera el cumplimiento de los protocolos sanitarios
A pesar de contar con autorización de las autoridades municipales, los dueños de los centros de esparcimiento decidieron seguir fuera de operaciones para evitar cualquier riesgo de contagio y hasta de sanciones.
“La indicación es que podemos trabajar al cuarenta o cincuenta por ciento de la capacidad, pero el patrón pensó que iba a estar muy difícil que pudiéramos controlar eso, así es que mejor no quiso abrir. Porque sabemos que aquí viene mucha gente, y hasta podían multarnos o cerrarnos en caso de que no se cumpliera lo que nos indicaron”, comentó el responsable del establecimiento “Los Laureles”.
Por indicaciones del Ayuntamiento de Ramos Arizpe, los balnearios operarían con capacidad restringida, con espacios marcados en las diversas áreas para garantizar la distancia, y con un responsable de garantizar el cumplimiento de todas las normas sanitarias en el inmueble, así como entre los clientes.
“Sí teníamos todo listo, pero también consideramos que abriremos en otra fecha en la que no haya el riesgo de que venga tanta gente porque nuestro lugar es pequeño, se llena rápido, y no podemos tampoco controlar a todos los que lleguen”, comentó Rosalba Pérez, encargada de otra de las albercas localizadas en Ojo Caliente.
Las bajas temperaturas registradas desde el jueves en la región Sureste también favorecieron para que la gente evitara la asistencia a los balnearios.