Por Yuriria Sierra
Xcaret
Su deseo es que nunca vuelva a ocurrir una tragedia como la que viven ahora. Así lo expresó en algunas entrevistas Miguel Luna, padre del pequeño Leonardo, el menor que murió por un “error humano”, como lo reconoció Grupo Xcaret, propietario del Parque Xenses, el lugar de la negligencia que derivó en homicidio culposo.
“Estuvimos revisando todas las bitácoras, entrevistas, horarios, etcétera. Y, efectivamente, un colaborador de mantenimiento solicitó una modificación en el área de instalación de las rejillas del río de sales en el parque Xenses, este río artificial de 60 centímetros de profundidad y desafortunadamente se saltó todos los protocolos y procedimientos que tenemos implementados para tal fin y ya nos lleva a contar cuál fue el error humano…”, me aseguró Elizabeth Lugo, directora ejecutiva de Operaciones de Grupo Xcaret, en entrevista en Imagen Televisión.
Esto da pie a que la investigación tenga un culpable, a que probablemente genere una condena y sentencia, el asunto es hasta dónde llega el grado de responsabilidad del lugar o si quedará todo, como en otros incidentes, sobre la espalda de una sola persona.
Además, están pendientes varias respuestas. El padre del pequeño afirma que no fueron auxiliados debidamente desde el momento en que se suscitó el incidente, que no actuaron con inmediatez y que hubo obstáculos para que el menor recibiera atención, que, incluso él quiso darla dado que es médico. La afirmación más fuerte, y sobre la que la Fiscalía deberá investigar, es que la familia afirma que les fue condicionada la entrega del cuerpo: otorgar el perdón al parque o nada.
“Nunca hemos obstaculizado una investigación por parte de las autoridades. Son ellas, las autoridades competentes en los procedimientos jurídicos que a eso se requiere. Nosotros somos facilitadores, inclusive, en muchas ocasiones nos hacemos a un lado para que las autoridades puedan hacer su trabajo conforme a normatividad…”, así rechazó la representante del centro de atracciones esta afirmación a pregunta expresa durante la entrevista. Insistió: “Nosotros estuvimos, incluso afuera de la Fiscalía, no nos permitieron el acceso. Estábamos afuera para poder gestionar todos los apoyos que fueran necesarios en traslados, en hospedaje, en el hospital, todas las acciones de forma económica. Pero nosotros no intervenimos de ninguna manera, eso habría que preguntar, no es ámbito de nuestra competencia…”.
Sin embargo, en el comunicado emitido por la Fiscalía de Quintana Roo, autoridades afirman que a las 19:25 horas del 28 de marzo, el cuerpo fue trasladado al Servicio Médico Forense para la necropsia y determinar las causas de la muerte. Agregan que esta práctica no se ha realizado porque el padre solicitó “la dispensa de la misma y otorgó el perdón legal…”.
¿Dónde está ese documento? Si la representante me aseguró que no existe tal, al menos no de su parte, ¿quién lo gestionó? Desde luego que la familia lo que busca es evitar toda la burocracia posible para hacer menos amargo este momento tan doloroso. Ante casos como éste, tanto las empresas privadas como las autoridades, deberían transparentar por completo sus procedimientos, porque es infame contribuir a que una tragedia se convierta en una batalla legal a la que la familia tiene total derecho, pero a la que no tendría que llegar.