La Suprema Corte de Justicia aplazó hoy su decisión sobre la importación de papa fresca desde Estados Unidos, suspendida desde junio de 2014 por amparos de productores nacionales.
La Primera Sala de la Corte acordó dejar el asunto en su lista para próximas sesiones, por lo que podría ser discutido de nuevo el 14 o 21 de abril.
Fuentes judiciales informaron que, durante la discusión en privado, se acordó seguir analizando algunos puntos de los proyectos presentados por el Ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena.
Dichos proyectos niegan los amparos y avalan reformas del sexenio pasado al Reglamento de la Ley Federal de Sanidad Vegetal, para permitir la importación de papas frescas.
La Sala ya había discutido los proyectos el pasado 24 de febrero. Con independencia de lo que resuelva la Corte, el actual Gobierno podría volver a prohibir estas importaciones si lo considera necesario.
Los productores nacionales lanzaron esta semana una ofensiva en medios de comunicación, en la que advierten que 28 plagas de «riesgo alto» están presentes en las papas estadounidenses y podrían ser introducidas al País.
Pero, el Ministro Gutiérrez considera que las autoridades del Poder Ejecutivo son las que tienen las herramientas técnicas para decidir sobre estos temas, sin que sus funciones puedan ser suplantadas por el Poder Judicial.
«La atribución de riesgos en la consideración conjunta de factores tan dinámicos como la sanidad vegetal y el comercio exterior es una evaluación de cálculo marginal que corresponde realizar a aquellas autoridades mejor posicionadas para tomar estas decisiones; es decir, la autoridad administrativa, quienes por sus atribuciones y sus conocimientos técnicos (análisis de riesgos fitosanitarios) se encuentran en una clara posición de ventaja institucional para la toma de decisiones», dice uno de los proyectos.
También, destaca que las papas importadas estarían sujetas a múltiples medidas fitosanitarias para evitar la introducción de plagas al País.
En primera instancia, un juez federal de Los Mochis resolvió en 2016 que la reforma viola el derecho a la alimentación, la soberanía y la seguridad nacional, acarrea riesgos de dependencia alimentaria, peligro de plagas cuarentenarias y amenazas a cultivos de chile, tomate, berenjena y tabaco.
La decisión de permitir la importación de papa fresca fue adoptada por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural y Alimentación (Sagarpa), a la que el juez José Francisco Pérez Mier acuso de querer beneficiar a productores estadounidenses subsidiados por su Gobierno, e incluso de favorecer las falsas premisas emanadas de la ideología relativa a que es mejor importar alimentos básicos que incentivar su producción.
Como parte de estos amparos, están vigentes suspensiones definitivas que han paralizado desde junio de 2014 la importación de papa fresca estadounidense, que inicialmente se pretendió autorizar mediante un Acuerdo de Mitigación expedido por la propia Sagarpa, luego reemplazado por la reforma reglamentaria decretada por el Ejecutivo.