Por Carolina Salomón
La falta de capacidad para reponer los medidores que “tronaron” a consecuencia de la helada del pasado quince de febrero del año en curso, aparte de haber provocado el desperdicio indiscriminado de agua por las fugas que se generaron, también dejó facturas por “consumo “de agua, que han sido muy difíciles de pagar por parte de los usuarios.
El caso de don Luis Obed, titular de la cuenta 321900, reportó que desde el día de la helada la ruptura de su medidor y la tremenda fuga que había ocasionado y dicho problema no lo habían arreglado para el 22 de marzo.
Al llegarle su factura correspondiente al corte del 16 de marzo al 16 de abril, fue por el importe de novecientos pesos, ya que le cobraron (aunque no tenía medidor funcionando) el equivalente a 43 metros cúbicos de agua, obviamente que no consumió, pero que sí se desperdició.
Dicha factura no la pudo pagar y a consecuencia de ellos, perdió el beneficio del programa de “borrón y cuenta nueva”, al que se había acogido para pagar una deuda que tenía con el SIMAS.
Ante la incapacidad económica que enfrentó para pagar los novecientos pesos, pues perdió los beneficios del programa para regularizar su adeudo. Ahora, su pasivo ante el SIMAS, se complicó aún más.
Situación que le parece sumamente injusto, ya que fue precisamente el SIMAS, quien ocasionó tal situación, ante la falta de respuesta rápida para arreglar la fuga, y cuyo desperdicio de agua prácticamente se la están cobrando en el recibo.
Su histórico de consumo es de 15 metros cúbicos, según datos del recibió que en febrero pago la cantidad de ciento 70 pesos, pera para la factura del 16 de marzo al 16 de abril, le están cobrando novecientos pesos y otra cantidad adicional del convenio del programa “borrón y cuenta nueva”.
Al acudir a las sucursales de SIMAS, tanto la ubicada en el bulevar Benito Juárez como el existente en la calle Venustiano Carranza, nadie le ofreció opción viable, para le hicieran el ajusto correspondiente y que le cobraran sólo lo justo, pero no tuvo éxito en su gestión.
Por lo anterior, la regidora de Desarrollo Social e Integrante de la Comisión de Agua Potable, Griselda Arreguìn, hizo un exhorto a la dirección general del SIMAS, para que apliquen criterios entre la población que se está viendo afectada con altas facturaciones.
En el entendido de que si el medidor marcó el desperdicio de agua ocasionado por la ruptura del mismo, se hagan los ajustes, tomando como base el consumo histórico.
Aquí, lo que se busca, es evitar que la economía de los usuarios del SIMAS se vea afectada y que la misma dependencia de agua potable, evite que los usuarios, pierdan los beneficios de los programas de regularización de adeudos y que las finanzas del sistema de agua, tampoco se vean afectadas.
Es un “ganar, ganar”, la dirección del SIMAS, debe instruir a sus diversos departamentos a arreglar todas las situaciones que aún enfrentan por la helada del pasado mes de febrero y verificar que le trabajo se realice de calidad, porque aún es fecha, que solo ponen “puentes con manguera azul”, ante la falta de medidores, concluyó Griselda Arreguín