Por Rocío de Jesús
La familia de la enfermera Dulce Nayely Reyna Reyes, de 32 años de edad, pide encarecidamente que el IMSS atienda en calidad de urgente a la enfermera, quien luego de recibir la primera dosis de la vacuna Pfizer, perdió el habla y quedó paralizada por completo.
Dulce tiene 32 años, está casada, tiene tres hijos y es enfermera del hospital privado Saint Marie, ubicado sobre la Avenida Montessori.
El pasado jueves recibió la primera dosis de Pfizer en el hospital regional Amparo Pape de Benavides, aproximadamente a la una de la tarde y para las seis ya había perdido el habla y la movilidad por completo.
Los síntomas iniciaron a las dos horas de haber recibido la vacuna, por lo que se le atendió en el mismo hospital regional, posteriormente fue trasladada a la clínica 25 de Monterrey, donde la rechazaron.
Por lo tanto, se le recibió en el hospital general de Saltillo, pero la familia de la enfermera desea que se le atienda por medio del IMSS, ya que ellos ya atendieron a dos personas con malestares derivados de la aplicación de la vacuna.
Dulce sería el tercer caso de personal médico que ha presentado reacciones severas a la vacuna. El primero de ellos fue una doctora, quien incluso requirió atención en una clínica de ciudad de México y seguida de ella una enfermera, ambas trabajadores del Instituto Mexicano del Seguro Social.