Por Mariana González
De la frase popular
“hay que darle tiempo al tiempo”
me surge la prisa de no dárselo.
Porque en mi sentir no lo tengo.
Mi vida puede acabar pronto.
De repente.
Y así, vivo con prisa.
Actúo con impulso
queriendo vivir al máximo
todos los segundos que pasan sobre mí.
¿Qué tal que mañana no despierte
o algo pase justo en el próximo segundo?
Viviendo muy de prisa
me he dado cuenta
que al tiempo no lo puedo apresurar.
El tiempo tiene su tiempo
y si pudiera llegar antes seguro lo haría
(¿por qué no?).
La pregunta real es:
si lo hiciera…
¿qué viviría?
Gracias por leerme.
Gracias por existir.
Te amo.
MG
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