
Lo que para muchos fue “una bendición”, pues la sequía tenía afectada a gran parte de la Región Sureste, para los demás la lluvia fue un problema porque el tráfico de Ramos Arizpe y gran parte de la región se volvió un tremendo caos.
La caída natural del agua provocó que gran parte de la corriente inundara el bulevar Venustiano Carranza y el Miguel Ramos Arizpe, lo que ocasionó que varios vehículos terminaran varados, requiriendo ayuda del cuerpo de auxilio de las corporaciones de Seguridad Pública y Protección Civil.
El accidente más aparatoso de estos se registró frente a la empresa Chrysler, en donde un tráiler terminó saliéndose de la carretera, invadiendo el carril con dirección de sur a norte, el cual conecta a Ramos Arizpe con destino a Saltillo, ocasionando un embotellamiento enorme.
Fue el conductor de la pesada unidad quien perdió el control de su camión y terminó brincando el camellón central que divide ambos carriles; cabe señalar que esta zona está en plena reparación por parte de las autoridades de Ramos Arizpe.
Personal de Seguridad Pública Municipal y Protección Civil acudieron para apoyar en las labores de retiro de dicho armatoste, para agilizar lo más que se pudo el retorno del tráfico; mientras tanto, la vialidad tuvo que optar por entrar a Saltillo, mediante el libramiento Oscar Flores Tapia, ya que la espera fue mucha para cruzar este tramo detenido.