
Comerciantes reportaron pérdidas económicas ante la escasa afluencia de visitantes a los panteones municipales durante el Día de la Madre.
A pesar de las expectativas que advertían de una gran movilidad, floristas y vendedores se quedaron con la mayor parte de su mercancía ya que la gente fue poca y no compró como en años anteriores.
En el panteón de San Nicolás de Tolentino fueron solo ocho floristas, y un vendedor de frituras y nieve, los que se instalaron sobre la calle David Martínez; mientras que, en San Ignacio solo hubo una vendedora de aguas, refrescos y flores.
“Traje alrededor de cien arreglos florales de los cuales he vendido unos treinta, sí va a ser más la pérdida porque todo lo que se me quede ya no lo puedo usar, la flor se echa a perder”, comentó Francisco Rosales, florista que acostumbra colocarse en este camposanto desde hace más de 20 años, “De hecho es la primera vez que pasa algo así, que no hay gente y los que vienen no compran”.
En promedio, cada comerciante invirtió más de 40 mil pesos para la adquisición de las flores que serían ofrecidas a quienes visitaron las tumbas de las madres fallecidas.
Al poniente de la ciudad, doña María del Rosario García fue la única vendedora en instalarse en el panteón San Ignacio también con más pérdidas que ganancias.
“Traemos rosas sueltas, aguas, fritos y elotes, el domingo se nos quedó todo; hoy por eso cargamos menos mercancía, pero no se ha vendido casi nada”, comentó la habitante de la colonia Analco.