
MONTERREY, NL.-Lucía tenía 14 años cuando su abuelo se la vendió a un hombre por 5 mil pesos y unos cartones de cerveza, en un pueblo mixe de Oaxaca.
Al principio, la adolescente tuvo la ilusión de que aquel matrimonio fuera mejor a la vida que llevaba: fue violada por su abuelo a los 12 años y frecuentemente la golpeaba.
“Es que allá en el pueblo cuando llegan (hombres), te venden, sin preguntar, sin decir, así como llegaron por mí”, contó Lucía, cuyo nombre se cambia por seguridad.
“Allá a las mujeres las compran, como ganado. Si te ponen un precio de 20 (mil) o 15 o 30, así te venden, es la costumbre”.
“Mi abuelo pidió cartones de refresco y de cerveza, y ya él (el ‘comprador’) te da una multa de 5 mil pesos, de regalo para el abuelo”, relató.
Lucía es la menor de cuatro hermanas, todas vendidas por el papá o el abuelo.
Tras escapar de su pueblo una por una, las hermanas ahora viven en el norte del País, donde laboran como empleadas domésticas.
Grupo REFORMA publicó el lunes la realidad que enfrentan niñas en comunidades de Guerrero, donde son vendidas desde 40 mil hasta 200 mil pesos, o incluso, pagan con ganado o cerveza, una práctica atribuida a “usos y costumbres”.
La práctica, sin embargo, no está limitada a Guerrero.
“Yo sólo supe que me dieron (me vendieron) al otro día, y por eso digo, ahí no tienes opción, es lo que diga tu papá”, compartió Mónica, hermana mayor de Lucía y de quien también se omite su nombre verdadero.
“Ellos hacen trato y ya, no tienes opción, no tienes para escoger”.
A Mónica la vendió su papá a los 17 años y no sabe cuánto pagaron por ella.
“Allá la gente tiene hijos nomás por negocio”, dijo. “Hay madres que tienen de seis, de siete hijas, niñas, porque les conviene tener más niñas que niños. Las vas a vender.
“Con eso puedes comprar tu ganado, puedes comprar tu terreno”, expresó.