
Por Antonio Zamora
¿Por qué lloras mamá? Le pregunto un niñito a su madre. Porque soy mujer le contestó ella…
Pero yo no entiendo, dijo el niño. Su madre se inclinó hacía él y abrazándolo le dijo: y nunca lo entenderás mi amor…
Más tarde el niñito le pregunta a su papá, ¿por qué mamá llora a veces sin ninguna razón? Todas las mujeres lloran siempre por ninguna razón era todo lo que el padre le podía contestar…
El pequeño creció y se convirtió en todo un hombre, preguntándose aún ¿por qué era que las mujeres lloraban sin razón?
Un día el niño convertido en un hombre se arrodilló y le pregunto a Dios: Dios ¿por qué lloran tan fácilmente las mujeres? Y Dios le dijo:
Cuando hice a la mujer tenía que crear algo especial. Hice sus hombros lo suficientemente fuertes, como para cargar el peso del mundo entero, pero a la vez lo suficientemente suaves como poara confortarlo…
Le di una inmensa fuerza interior, para que pudiera soportar el dar a luz y también hasta el rechazo, que muchas veces proviene de sus propios hijos…
Le di la fortaleza que le permite seguir adelante cuidando de su familia, sin quejarse, a pesar de las enfermedades y la fatiga, aún cuando otros se rindan…
Le di la sensibilidad para amar a sus hijos, bajo cualquier circunstancia, aún cuando esos hijos la hayan lastimado mucho…
Esa misma sensibilidad, que hace que cualquier tristeza. llanto o dolor de niño desaparezca y que le hace compartir las ansiedades, dudas y miedos de la adolescencia…
La di la fuerza suficiente para que pudiera perdonar a su esposo de sus faltas, y la moldeé de una de sus costillas para que ella pudiera cuidar su corazón…
Le dí sabiduría para saber que un buen esposo nunca lastimaría a su esposa, y también a veces le pongo pruebas para medir su fuerza y determinación para mantenerse a su lado a pesar de todo…
Pero hijo, para poder soportarlo todo le día las lágrimas y son de ella exclusivamente para usarlas cuando las necesite, al derramarlas vierte un poquito de amor en cada una, que se desvanece en el aire y salva a la humanidad…
“Es su única debilidad, es una lágrima por la humanidad…
Dos leones huyeron del zoológico. En la huída cada uno partió con rumbo diferente…
Uno fue para la selva y el otro para el centro de la ciudad…
Los buscaron por todos lados y nadie los encontró…
Después de un mes y para sorpresa de todos, volvió el león que había huido para la selva…
Regresó flaco, famélico y afiebrado. Fue reconducido a la jaula…
Pasaron ocho meses y nadie se acordó del león que había ido para la ciudad hasta que un día fue recapturado y llevado al zoológico…
Estaba gordo, sano, desbordante de salud…
Al ponerlos juntos, el león que huyo para la selva le pregunta a su colega:
¿Cómo estuviste en la ciudad tanto tiempo y regresas tan bien de salud? Yo fui a la selva y tuve que regresar porque casi no encontraba que comer…
El otro león, le explicó:
-Me arme de coraje y fui a esconderme a un organismo público…
Cada día me comía a un funcionario y nadie advertía su ausencia…
¿y por qué regresaste?…¿Se terminaron los funcionarios?
-Nada de eso. Los funcionarios públicos nunca se acaban…
Sucede que cometí un error gravísimo. Ya había comido a un director general, dos superintendentes, cinco adjuntos, tres coordinadores, diez asesores, doce jefes de sección, quince jefes de división, cincuenta secretarias, docenas de funcionarios y nadie los dio por desaparecidos…
“Pero el día que me comí al que servía el café…¡ Se jodió todo!
Llega un tipo con el doctor y le dice:
“Doctor hace una semana que no como, no duermo, y no tomo agua. ¿Qué cree que tengo?
-Pues hambre, sueño y sed- le respondió el facultativo…
NOS LEEMOS MAÑANA…