Rocío de Jesús
LA PRENSA
El vicario de la Iglesia Católica en la Región Centro, Padre Jorge Salvador Guzmán Cortés, aclaró que la iglesia católica ya no rechaza a las personas que se suicidan y que ahora el juicio se lo dejan a la misericordia de Dios.
“Es un hecho que previo al Concilio Vaticano Segundo en los años sesentas, eso de alguna manera era algo que imperaba en la iglesia, pero conforme han avanzado los estudios científicos y se conoce mejor la conciencia humana, la neurobiología, la neurociencia, tenemos otros elementos científicos para tomar otras decisiones”.
El sacerdote explicó que para que una persona cometa el mal que la iglesia le conoce como “pecado” tiene que haber plena conciencia de lo que está haciendo.
“Entonces una persona que en su desesperación, en su desánimo, decide privarse de la vida, esa persona tiene su inteligencia y voluntad nublada, no es libre digamos así para tomar la mejor decisión, por eso nosotros sabemos que al final, lo dejamos a la misericordia de Dios”.
No nos toca a nosotros –agregó- como institución o como miembros de una iglesia juzgar tal o cual acto de una persona que se privó de la vida, confiamos porque Dios quiere que todos sus hijos vivan esta vida y la vida eterna, Dios es misericordioso y bueno.
“Nadie en su sano juicio elige la muerte en lugar de la vida, es un hecho que alguien que se priva de la vida es porque la está pasando muy mal y porque realmente está viviendo una situación gris, oscura, no hay claridad en el panorama”.
Aclaró que por eso en la actualidad si se recibe el cuerpo de una persona que se suicidó, se le bendice y se oficia una misa pidiendo por su paz, perdón y eterno descanso.