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El presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova, consideró preocupantes los discursos de polarización e intolerancia previos a la elección, debido a que pueden ser muestras de autoritarismo.
Córdova dijo que se deben combatir las narrativas «peligrosas» que acusan al árbitro electoral de trabajar para algún partido político o de estar en contra de un Gobierno.
«A mí me preocupa muchísimo que por muchas diferencias existen en una contienda electoral, que esto esté propiciando expresiones como que el INE debe morir, difundida por un empresario cercano al régimen, o bien expresiones como que el INE debe ser exterminado o bien cuando alguien esté en contra de las decisiones de la autoridad electoral, amenace con ir a nuestros domicilios o amenace con correr de nuestros cargos a quienes tenemos una responsabilidad.
«Ese tipo de discursos deben preocuparnos porque recuerdan mucho y de manera peligrosa ese tipo de discursos que se difundieron de manera importante en el siglo pasado y que antecedieron algunos de los peores experimentos autoritarios de nuestra historia» afirmó durante una reunión virtual con miembros de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canaintra).
Otro problema, añadió, es el que tiene que ver con la polarización política, porque está aderezada por rasgos de intolerancia.
«La intolerancia más la polarización crean y permiten discursos que son absolutamente inaceptables y peligrosos en un contexto democrático», subrayó.
El presidente del INE advirtió que se está queriendo construir una falsa narrativa del fraude electoral y comparó este momento con el que se vivió en la elección presidencial en Estados Unidos.
«Algo así como lo que pasó en Estados Unidos, donde el Presidente de aquel país, de cara a la elección presidencial de noviembre pasado, se la pasó diciendo que habría fraude, que estaba ocurriendo un fraude, y por supuesto el día después de la elección cuando perdió, dijo que no había perdido sino que habían cometido un fraude.
«Eso es algo muy delicado, porque todavía hoy la mitad de los electores republicanos, creen que hubo fraude, y eso demuestra el potencial nocivo de estrategias que de democrático tienen poco», manifestó Córdova.