Joe Biden confiará en los países aliados para suministrar la mayor parte de los metales necesarios para fabricar vehículos eléctricos y se centrará en procesarlos en el país, como parte de una estrategia para aplacar a ecologistas, dijeron a Reuters dos funcionarios del gobierno con conocimiento directo.
Los planes suponen un golpe para los mineros de Estados Unidos, que esperaban que Biden confiara principalmente en los metales de origen nacional -como había señalado durante su campaña- para ayudar a cumplir sus proyectos de una economía menos intensiva en carbono.
En lugar de centrarse en la autorización de más minas estadunidenses, el equipo de Biden está más enfocado en la creación de puestos de trabajo que procesen los minerales en el país para convertirlos en piezas de baterías de vehículos eléctricos (VE), según las fuentes.
El plan ayudaría a reducir la dependencia de Estados Unidos del líder de la industria, China, para los insumos de los vehículos eléctricos, al mismo tiempo que complacería a los sindicatos con trabajos en fábricas y, en teoría, reduciría el desempleo provocado por la pandemia.
El Departamento de Comercio de Estados Unidos está organizando una conferencia en junio para atraer más fabricación de vehículos eléctricos al país. El plan de infraestructuras de 1,7 billones de dólares propuesto por Biden destina 174.000 millones de dólares a impulsar el mercado nacional de vehículos eléctricos con créditos fiscales y subvenciones para los fabricantes de baterías, entre otros incentivos. El departamento no quiso hacer comentarios.
«No es tan difícil cavar un agujero», dijo una de las fuentes. «Lo que es difícil es sacar ese material y llevarlo a las instalaciones de procesamiento. En eso se centra el gobierno estadunidense».
Según este planteamiento, Estados Unidos dependería de Canadá, Australia y Brasil -entre otros- para producir la mayor parte de las materias primas críticas, mientras compite por los puestos de trabajo de mayor valor que convierten esos minerales en chips de ordenador y baterías, según las dos fuentes.
Asegurar toda la cadena de suministro, desde los metales hasta las baterías, no requiere que Estados Unidos sea el principal productor de las materias primas, dijo una de las fuentes.
La estrategia completa se ultimará tras una revisión de la cadena de suministro de un año de duración en la que participarán funcionarios de seguridad nacional y desarrollo económico.
Los funcionarios de Biden quieren asegurarse de que las aspiraciones del gobierno en materia de vehículos eléctricos (VE) no se vean amenazadas por el bloqueo de las minas nacionales, según las fuentes, tanto por parte de los ecologistas como de algunos demócratas.
«Me suena a hueco cuando oigo a todo el mundo utilizar esto como argumento de defensa nacional, que tenemos que construir nuevas minas para tener una economía más verde», dijo la representante estadounidense Betty McCollum, una demócrata que ha presentado una legislación que bloquearía permanentemente la mina de cobre Twin Metals propuesta por Antofagasta Plc en Minesota.
«El presidente Biden se ha centrado en aprovechar el mercado de los vehículos eléctricos (VE), en el establecimiento de la cadena de suministro aquí en Estados Unidos y en la creación de puestos de trabajo bien remunerados y sindicalizados», dijo Ali Zaidi, asesor nacional adjunto de la Casa Blanca para el clima.
«La construcción de vehículos eléctricos fabricados en Estados Unidos y su envío a todo el mundo incluirá el aprovechamiento de piezas y recursos fabricados en el país. Esto incluye la búsqueda, el desarrollo y la extracción responsable de minerales y materiales críticos usados para las baterías de los vehículos eléctricos».
Zaidi también dijo que el gobierno está invirtiendo en una estrategia que incluye el reciclaje en la cadena de suministro.
Aunque los proyectos estadounidenses de las pequeñas y grandes empresas mineras se verán afectados, el dolor de cualquier proyecto bloqueado recaerá de forma desproporcionada en las más chicas, que se concentran en Estados Unidos.
Muchos grandes mineros también tienen proyectos globales que podrían beneficiarse del plan.
«No podemos seguir empujando la producción de los productos que queremos a lugares que no podemos ver y con personas que nunca conoceremos», dijo Mckinsey Lyon, de Perpetua Resources Corp, que está tratando de desarrollar la mina Stibnite de Idaho para producir oro y antimonio, que se usan en las aleaciones para baterías de vehículos eléctricos.