
Por Carolina Salomón
Aún no se dicta la sentencia a Raúl Armando “N” por el asesinato de Pepito y las autoridades permitieron que se rompieran sellos en la casa que permanecía asegurada por haberse cometido el crimen.
Luis Alberto Ibarra, se mostró molesto por esta situación y es que el caso de su sobrino todavía no se cierra y ya hasta la vivienda se encuentra a la venta.
Antes de ello acudieron personas a quitar la cinta amarrilla de “prohibido el paso” y los sellos de “asegurado” que había colocado la Fiscalía General del Estado.
Hoy ya no existe ninguna evidencia en el domicilio donde ocurrió el homicidio de José Emilio García Ibarra “Pepito” toda vez que la familia del asesino mandó algunas personas a limpiar, sacar todo lo que había adentro y posteriormente el exterior fue pintado de color blanco.
Como se recordará a principios de este mes Raúl mató de 40 puñaladas a Pepito y el cuerpo lo mantuvo oculto en una caja de plástico en el inmueble que hoy se encuentra a la venta y se localiza en calle Rio Lerma 1305 del Fraccionamiento Moderno.
“Nosotros no queríamos que desalojaran nada hasta ver la sentencia, si la sentencia era conveniente para que el asesino no salga ya de ahí nosotros íbamos a estar conformes, pero si le dan pocos años de cárcel como familia contrataríamos a un perito que levantara algunas evidencias en la casa”, dijo.