El Padre Gerardo García, párroco de la Iglesia de Guadalupe de Palaú, encabezó una improvisada misa a la que asistieron los familiares, amigos y compañeros de trabajo de los mineros que se encuentran atrapados y que corren el peligro de morir ahogados.
Mientras que un ejército de cientos de personas, entre funcionarios, rescatistas, mineros, especialistas en minas y equipo profesional, trabajan en forma incansable para intentar salvar a los trabajadores atrapados, en el estacionamiento del desarrollo carbonero, se realizó una improvisada, pero consoladora misa, que encabezo el párroco de la Iglesia de Guadalupe de Palaú.
El padre Gerardo García, pidió a Dios, que iluminará a los responsables del rescate, para que pudieran sacar con vida a los siete mineros atrapados y también oró para que los familiares angustiados pudieran tener el consuelo del creador, ante esta difícil situación que enfrentan.