
Por Rocío de Jesús
Acoso sexual a sus compañeras, meterse a páginas de pornografía en la computadora del trabajo, fotografías de actrices a las que les cambia la cara por la de sus compañeras, estas y otras aberraciones le han descubierto a un médico de la Cuarta Jurisdicción Sanitaria a quien ya han denunciado, pero sigue en su puesto.
Se trata del doctor “Aguilar” encargado de Promoción a la salud, quien sin empacho acosa a sus compañeras de trabajo y aunque ya hay denuncias en el área administrativa, el médico continúa laborando.
Además de las anécdotas que cuentan las afectadas, y que algunas denunciaron, el doctor ya es conocido por ser un depravado, pues una ocasión en que se le descompuso la computadora asignada en su área de trabajo, personal de sistemas la arregló, pero se percataron de que veía una gran cantidad de páginas de pornografía en esa máquina y por ende, en horario laboral.
El chisme corrió entre los trabajadores y en ese tiempo toda la jurisdicción se enteró de que el doctor Aguilar usaba su tiempo laboral para ver pornografía.
Pero eso no fue todo, tiempo más adelante, personal también de sistemas, observaron fotografías de sus compañeras, pero solo los rostros, en cuerpos de actrices, es decir, a los cuerpos de artistas, les colocaba los rostros de las compañeras que le gustaban.
Todo esto había quedado al interior de la Cuarta Jurisdicción, sin embargo, hubo un hecho que fue la gota que derramó el vaso.
Y es que la semana pasada, el médico con su forma tan natural de practicar el acoso, grabó y fotografió a una de sus compañeras y con simpleza le mostró el video y las fotografías diciéndole “mira, así te ves por atrás y así te ves por adelante”.
La madre de la joven, que también trabaja en la Jurisdicción, escuchó y enfurecida junto con su hija, acudieron al área administrativa a denunciar los hechos.
Tras esta denuncia interna, otras jóvenes hicieron lo mismo, pues no es una sino varias o muchas, a las que el doctor Aguilar, del área de Promoción a la salud, ha incomodado con sus comentarios, proposiciones y otras acciones de este tipo.
A una de ellas la invitó una nieve (de un negocio cercano a las oficinas) para hablar de la basificación y ella lo tomó natural por ser compañeros de trabajo, una vez afuera de la oficina, el doctor le dijo que si aceptaba ir al cine, a pesar de que es casado, además le pidió su número de teléfono.
La joven comenta que nunca le dio su número y que desde entonces ya no le habla, pero durante mucho tiempo el doctor se estacionaba atrás o delante de ella y era muy incómodo topárselo continuamente, incluso le comentó todo a sus papás para cualquier cosa que sucediera.
A otra compañera le enviaba mensajes y le llamaba, la invitaba ir a las aguas termales, pero ella no guardó las evidencias porque es casada y comentó a sus compañeras que si su esposo se enteraba, la sacaría de trabajar y prefirió borrar todo, no tiene forma de comprobar que también la acosaba, pero llegó a seguirla varios días hasta su casa hasta que una ocasión ella lo increpó, el inventó una excusa, pero jamás volvió a seguirla.
Otras jóvenes sí acudieron al área administrativa a denunciar el acoso por parte de este médico, quien a pesar de tener 3 o 4 años en ese puesto, recién recibió su base, pero está a prueba por seis meses.
Por ello esperan que con estas denuncias, al acosador le sea retirada la base o que al menos le frenen tajantemente sus instintos de cazador, pues las colaboradoras trabajan con demasiado temor e incomodidad.
La denuncia la hicieron de manera anónima, por temor a que en vez de correrlo a él, sean las afectadas a quienes despidan.