
Gerardo Márquez Guevara, Fiscal General del Estado, alrededor de la media noche del jueves abandonó las instalaciones de la mina Micarán en el Mineral de Rancherías; a su salida, informó que se concluyó con la recuperación de los restos de los mineros-
El Fiscal General del estado, reportó que el cuerpo del último trabajador caído, fue trasladado para su reconocimiento legal y además para proceder a la entrega a sus familiares, pero que las labores en la mina continúan para el reacomodo de todo el personal que sirvió de apoyo en esta ardua labor de rescate que duró 7 días.
En relación que, si se clausurará la mina siniestrada, el Fiscal General en Coahuila dijo que eso no le copete a esta representación social, que realmente a ellos, les toca desahogar las diligencias, en cuanto a la pérdida de la vida de los mineros.
Aseguró “será la autoridad Federal a la que le corresponda analizar las irregularidades que se han señalado, los permisos vigentes, las licencias o las condiciones, que son de carácter federal, nosotros seguiremos trabajando para concluir la carpeta y en su momento determinar si existe o no una responsabilidad en contra de los propietarios o de los socios”, dijo el Fiscala Gerardo Márquez.
“Hay que recordar que esto viene de una tormenta que ocurrió un día anterior, que el exceso de agua se acumula, ingresa a la mina y bueno pues esto no es una conducta de carácter dolosa, pudiera resultar de una conducta culposa o simplemente de un hecho de la naturaleza”, dijo al responder sobre cómo se estaría calificando el accidente minero que cobró la vida de siete padres de familia.
Afirmó que no existe ningún precedente de que algún productor o empresario del carbón que haya sido castigado por omisión para ofrecer seguridad a los mineros, y que en este caso solo se tiene el dato de que la mina Micarán, S.A. es una empresa moral y son varios los socios.
Márquez Guevara, señaló en relación a las complicaciones para recuperare el cuerpo del último minero, que las labores de rescate se vieron difíciles porque este se hizo casi en el fondo de la mina, que tiene una profundidad de 150 metros aproximadamente, “tiene dos caídas de entre 30 y 60 grados”.
Finalmente, señala que esto tendrá que ser objeto del juicio que eventualmente se pueda llevar a cabo, aunque los propietarios de la mina han tenido ya el acercamiento con la funeraria para cubrir los gastos, “seguramente también tendrán que asumir el tema de las indemnizaciones, esto es evidente que ninguna indemnización regresa una vida, pero así es en cuestión legal”, comentó.