
Omar Velázquez
El equipo de búsqueda y rescate de elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional, arribaron al, Aeropuerto internacional Venustiano Carranza de ciudad Frontera, procedentes del ejido Rancherías del municipio de Múzquiz, donde estuvieron 7 días participando en las labores de rescate de los 7 mineros que perdieran la vida atrapados en la mina Micarán.
Al activarse el plan DNIII-E los elementos pertenecientes a la Zona Militar número 1 en la ciudad de México, de inmediato se incorporaron a las labores en la mina Micarán.
En el rescate de los mineros, los especialistas en rescate y desastres naturales, trabajaron en conjunto con elementos del 105 Batallón de Infantería de ciudad Frontera, además de rescatistas estatales, municipales, voluntarios y mineros.
A bordo de 2 camiones y dos unidades de ataque rápido, los castrenses arribaron a la plataforma del aeropuerto Internacional Venustiano Carranza, donde comenzaron a subir el equipo a la aeronave de la FAM, mientras otros soldados paseaban a dos perros pastor belga entrenados para trabajar en búsqueda rescate.
Aplicando mano cadena, comenzaron a pasar maletas, mochilas, cajas, catres, una infinidad de equipo que se utilizó durante los 7 días en la mina Micarán.
Antonio (N) soldado de Infantería comento: “Fueron 7 días los que estuvimos ahí trabajando las 24 horas, ellos se la partieron (Personal de la Zona 1) por sacar vivos a los mineros, es muy triste tanto esfuerzo y no poder sacarlos vivos, mira los perros salían con el fango hasta el cuello, no se rajan esos animalitos, mira cómo andan ahorita jugando” dijo.
El soldado, narró que durante los siete días que estuvieron en el ejido Rancherías, era muy triste ver cómo, una madre, una hermana, un padre estaba a la espera de uno de los mineros.
“Estamos acostumbrados a trabajar en desastres, pero acá, todo es muy diferente, ver la unión entre los mismos compañeros mineros, mientras trabajaban desesperados con la esperanza de encontrar a sus amigos vivos, ver a los medios de comunicación afuera de la mina platicando con familiares, la cara de todos cambiaba cada que sacaban un cuerpo, la tristeza se notaba son escenas muy fuertes, que hasta a uno le duelen” dijo.
Antonio se despidió y abordó el avión Hércules con matrícula 3616 de la Fuerza Aérea Mexicana, que lo llevaría junto a sus compañeros a la ciudad de México.