Pese a qué en forma oficial, no se ha dado a conocer que el desarrollo carbonero Micarán, haya sido clausurado por las autoridades federales, aquel viernes trágico, dejó a siete familias enlutadas y a 20 más sin sustento, al no poder regresar a trabajar los mineros, quienes tenían en “la vieja”, su única fuente de ingresos.
Desde el pasado viernes cuatro de junio que sucedió el accidente que cobró la vida de siete trabajadores en una cueva de extracción del mineral, los mineros sobrevivientes de los dos turnos, trabajaron sin descanso en la ubicación y rescate de sus compañeros.
Con unos días de retraso, los mineros sobrevivientes cobraron su último sueldo, correspondiente a la semana del accidente, sin que, hasta el momento, sepan qué pasará con el desarrollo carbonero y si volverán a cobrar, o serán despedidos ante el eventual cierre de su centro de trabajo.
Hasta el momento, en forma oficial no se ha dado a conocer sobre lo que procedió en cuanto a la mina siniestrada, si fue clausurada, o no o si se aplicó ya alguna sanción, por lo que solo las familias de los mineros que señalan que sus esposos están ahorita sin trabajar.
Son más de 20 mineros están sin empleo, al mantenerse parados los trabajos de extracción de carbón en la mina de Rancherías que de inundó hace más de una semana.