Un total de 450 cabezas de ganado han muerto en Ramos Arizpe a consecuencia de la sequía.
Las precipitaciones pluviales registradas, durante las últimas semanas, en la mayor parte del territorio local han sido insuficientes para garantizar la supervivencia de especies caprinas y bovinas, confirmó el secretario municipal de Desarrollo Rural, José Humberto García Zertuche.
“Sí ha llovido, ya se empezó por algo, pero el tema de la sequía aún no está resuelto. Ha llovido en un 75 por ciento del territorio, pero el agua ya resumió y estamos esperando otras lluvias para que sean ya benéficas y asegurar el año”.
En el último mes, casi se duplicó el número de cabezas de ganado muertas en las diversas comunidades rurales, entre particulares y ejidatarios, ante la falta de agua y alimento.
Las pérdidas se estiman en casi 5 millones de pesos, dijo el funcionario municipal, al destacar que, a la par, entre el ganado vivo también hay afectaciones en peso que impide una buena comercialización.
“Los vientres o el destete prematuro que se hace a los 100 o 120 kilos, lo están haciendo a los 70 u 80 kilos lo que les repercute en el rendimiento, ya que ellos venden por kilos”.
Reiteró que por parte del gobierno estatal existe la opción del seguro por muerte de ganado, y según avancen las condiciones se incorporará el programa de suplemento alimenticio para los ejemplares.