El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, presentó ayer nuevas medidas para limitar la circulación de las armas de fuego, en momentos en los que aumenta la criminalidad en el país.
Las principales ciudades estadunidenses sufrieron 30% más de homicidios en 2020, uno de los años más mortíferos en un cuarto de siglo.
Desde la Casa Blanca, Biden denunció una “epidemia” de violencia por las armas de fuego que el país atraviesa “desde hace mucho tiempo y que se ha agravado desde el comienzo de la pandemia”.
Información adelantada el martes confirmó la creación de cinco unidades para enfrentar el tráfico de armas, centradas en Nueva York, Chicago, Los Ángeles, San Francisco y Washington.
Biden se refirió también a la segunda enmienda de la Constitución, que defiende el derecho a poseer y portar armas. “Siempre habrá la posibilidad de limitar el tipo de armas que pueden ser utilizadas”, aseguró el mandatario.