CIUDAD DE MÉXICO.-El Gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles, acudió ayer a Palacio Nacional para entregar supuestas evidencias del apoyo del crimen organizado a Morena durante las elecciones en la entidad. Sin embargo, el Presidente Andrés Manuel López Obrador bateó su solicitud de audiencia.
Se presentó en un acceso sobre la Calle Morena minutos antes de las 7:00 horas. Con una carpeta en los brazos, el perredista solicitó reunirse con el Mandatario para entregarle las «pruebas» personalmente.
«Aquí voy a estar esperando a que me reciba porque es información muy delicada, de mucho riesgo, entonces se la tengo que entregar a él en mano, voy a esperar a que me reciba», declaró.
«No se lo voy a entregar a nadie más que a él en sus manos. (Son) documentales, material videográfico, en donde hay evidencia clara de la operación de los grupos delincuenciales a favor de los candidatos de Morena».
En días pasados, Aureoles aseguró que Morena se convirtió en instrumento del narco y acusó a su virtual sucesor de ese partido, Alfredo Ramírez Bedolla, de haber ganado la elección apoyado por el crimen organizado, por lo que exigió que el resultado sea anulado.
López Obrador retó entonces al Gobernador michoacano a que presentara las pruebas sobre sus señalamientos, o de lo contrario, dijo, sólo serían noticias sensacionalistas y amarillismo.
«¿Cree que hay consigna contra usted?», se le preguntó ayer.
«No sé si la haya, pero lo cierto es que no ha habido respuesta, no debiera (consigna) haberla porque lo mismo valen los votos con los que él ganó que con los que yo gané, y la Constitución obliga a que el Presidente atienda los asuntos de las entidades; no es ninguna búsqueda de confrontación», respondió.
En entrevista, Aureoles también dijo que es preocupante que se acabe imponiendo la voluntad de las «pistolas y las armas» para obligar a los ciudadanos a votar por determinado partido o candidato, mientras que en Twitter reiteró que Morena se convirtió en instrumento del narco.
«Presidente, su partido se convirtió en el instrumento del narco y estoy seguro que usted, como jefe del Estado mexicano, comparte mi preocupación. Todos sabemos que compartir esta información abiertamente pondría en riesgo la vida de las personas», expresó en la red social.
Durante la mañanera, López Obrador descartó recibir a Aureoles con el argumento de que su denuncia no es algo que le compete.
«No (lo voy a recibir), porque no me corresponde. Es un asunto que tiene que ver con las elecciones y para eso está el INE y está el Tribunal Electoral, ¿y si se trata de una acusación sobre un ilícito, pues hay que acudir a la Fiscalía», dijo López Obrador.
Tras recordar que el lunes vio a tres gobernadores, pero para tratar programas para el desarrollo, López Obrador aseguró que no puede recibir a personas o autoridades para atender acusaciones de tinte político-electoral.
«No me corresponde eso, hay que cuidar la investidura presidencial, hay que respetar la investidura presidencial. Se trata de cuestiones judiciales y se tienen que ventilar en la Fiscalía general», recalcó.
‘Esto apenas comienza’
Aureoles se retiró de la puerta de Palacio tres horas después de haber llegado y sin que el Presidente López Obrador aceptara recibirlo.
«Ya no veo aquí ninguna señal de que el Presidente me vaya a recibir, pero no termina esto, apenas comienza, porque México está en riesgo», advirtió.
Aureoles salió a pie por Moneda, cerrada a la circulación, con la misma carpeta con la que había llegado antes de la mañanera.
«No me recibió, argumenta que él no es la instancia, que me vaya al INE, que me vaya quién sabe a dónde, pero no es el caso. Tampoco vengo a faltarle el respeto a la investidura presidencial, no es el caso», expresó.