Fiscales de Nueva York tienen previsto presentar cargos penales este jueves contra la empresa del ex Presidente estadounidense Donald Trump y su director financiero, Allen Weisselberg, por supuestos delitos fiscales, según aseguró este miércoles The Wall Street Journal (WSJ).
Las acusaciones serían las primeras resultantes de las investigaciones en torno a la Organización Trump abiertas desde hace tres años en la Gran Manzana y que el ex Mandatario siempre ha denunciado como parte de una «caza de brujas» en su contra.
Según el diario, que cita a fuentes anónimas conocedoras del caso, está previsto que los acusados comparezcan ante un juez en la tarde del jueves.
Entre los imputados no estará en principio Trump, según dijo su abogado al WSJ, pero sí se espera que esté Weisselberg, figura clave en la compañía y a quien los fiscales han estado tratando de convencer para que coopere con la investigación, según varias fuentes.
Según el diario, el director financiero de la Organización Trump habría rechazado esas propuestas y será acusado de cargos vinculados a evasión fiscal, después de que la Fiscalía haya estudiado durante meses si él y otros empleados de la compañía evitaron ilegalmente el pago de impuestos sobre algunas compensaciones que recibían como vehículos, apartamentos o matrículas en escuelas privadas.
En caso de que los fiscales puedan demostrar que la empresa y sus ejecutivos esquivaron sistemáticamente el pago de impuestos, podrían presentar cargos más graves, añade el WSJ.
Las investigaciones en torno a la empresa del ex Mandatario se han acelerado en los últimos meses, con varios ejecutivos siendo llamados a testificar ante un gran jurado en preparación de las posibles acusaciones.
Las pesquisas abarcan posibles fraudes fiscales, de seguros y otros delitos de alcance penal, supuestamente cometidos antes de la llegada de Trump a la Casa Blanca.
Estos podrían incluir tasaciones infladas, desgravaciones sin justificación y contabilidad duplicada para, a la postre, no pagar o pagar muy pocos impuestos durante años, según ha trascendido.
El fiscal de Manhattan, Cyrus Vance, consiguió un gran triunfo el pasado febrero, cuando logró acceso a años de declaraciones de impuestos de Trump tras una larga batalla legal en la que el Tribunal Supremo terminó por rechazar los argumentos del ex Presidente para que esos documentos se mantuvieran confidenciales.
La Fiscalía, además, ha estado investigando los pagos secretos de dinero que la campaña electoral de Trump hizo a la actriz porno Stormy Daniels para evitar que hiciera pública una supuesta relación sexual con el entonces candidato a la Presidencia, dado que podrían infringir la legislación del estado de Nueva York.
En mayo, la fiscal general de Nueva York, Letitia James, que desarrollaba en paralelo una investigación civil en torno a la empresa de Trump, anunció que se sumaba a la vía criminal abierta por Vance.
Trump renunció a la gestión diaria de la empresa mientras estuvo en la Casa Blanca, pero no está claro qué papel desempeña ahora en el entramado, del que sigue siendo dueño a través de un fideicomiso administrado por sus hijos mayores y Weisselberg.
El ex Mandatario republicano ha negado en todo momento cualquier irregularidad y ha denunciado repetidamente que las investigaciones son fruto de una persecución política por parte de fiscales demócratas.