Por Pascal Beltrán del Río
El rebrote
En contraste con las declaraciones de funcionarios públicos que aparentemente buscan reducir la ansiedad de la sociedad mexicana respecto del reciente incremento de casos de covid, el sistema de salud del país ha comenzado a prepararse para un rebrote.
“En seguimiento al escenario epidemiológico observado en varias zonas geográficas de nuestro país, me permito enviar a usted, a manera de recordatorio, las acciones sugeridas en el contexto del plan de recuperación de servicios, y con el objetivo de garantizar la capacidad de respuesta oportuna ante el escenario de un rebrote por covid-19”, dice un memorándum enviado a los directores de Unidades Médicas de Segundo Nivel y a los titulares de los Órganos de Operación Administrativa Desconcentrada del Instituto Mexicano del Seguro Social.
“Las indicaciones son que en caso de que se presente “una tendencia de positividad en aumento durante más de tres días continuos en la entidad federativa”, se suspenda “de forma parcial el otorgamiento de servicios diferentes a covid-19 en las unidades médicas híbridas que tiene designadas para su primera fase de reconversión.
“En caso de que dicha tendencia se mantenga una semana y se acompañe de un aumento en la demanda de atención en los Módulos de Atención Respiratoria, “se suspenderá de forma total el otorgamiento de servicios diferentes a covid-19 en todas las unidades híbridas.
“Si se observa un aumento sostenido en los ingresos por infecciones respiratorias aguda grave (IRAG), en al menos una unidad médica durante más de tres días, “se debe proceder a la liberación de espacio físico en las unidades híbridas, egresando pacientes de forma anticipada (aquellos que estén en condiciones de hacerlo)”, se agrega en el documento.
De mantenerse por una semana la tendencia sostenida de hospitalizaciones por IRAG, “se debe proceder a la reconversión de camas destinadas a covid-19 en las unidades híbridas”. Si la ocupación de camas hospitalarias destinadas a covid-19 es más de 50%, “el siguiente paso es la reconversión de otras unidades hospitalarias consideradas en una segunda etapa”.
En caso de que la ocupación por IRAG sea mayor al 50% del total de camas consideradas en la segunda etapa, “se debe proceder a la reconversión similar a la máxima alcanzada durante la etapa de mayor demanda histórica por covid-19”.
La buena noticia es que el IMSS tiene un plan para enfrentar un aumento en el número de pacientes de covid que requieran atención hospitalaria. Pero, como digo arriba, éste contrasta con el mensaje cargado de optimismo surgido en las altas esferas del gobierno, semejante al del inicio de la epidemia.
¿Acaso se pretende volver sobre la senda de contar con espacios disponibles en los hospitales sin reparar en las medidas de prevención? Hay que recordar que esa estrategia convirtió a México en el cuarto país del mundo en fallecimientos por la enfermedad. Una medida tan simple y eficiente como el uso del cubrebocas sigue siendo desdeñada, a pesar de todo lo que el mundo ha aprendido de la transmisión del coronavirus por aerosoles, especialmente teniendo en cuenta que las nuevas variantes son mucho más contagiosas.
En concreto, la variante Delta tiene una transmisibilidad dos veces mayor. Le contaba aquí la semana pasada cómo los servicios de salud australianos descubrieron que basta estar cerca de una persona contagiada por unos segundos para ser infectado, y que estar en espacios abiertos o ventilados ya no es garantía para no infectarse. El gobierno parece confiado en que la vacunación nos pondrá a salvo, pero apenas 30 millones de personas han sido inoculadas en México, de las cuales 19 millones tienen el esquema completo.
Además, como publicó Excélsior el sábado 26, las vacunas CansinoBio y Sputnik V, de las que México ha recibido ocho millones de dosis, están fuera del listado de uso de emergencia de la OMS. Y ayer, el director del Instituto Gamaleya, creador de la Sputnik V, reconoció que la vacuna ha demostrado ser “menos efectiva” contra la altamente contagiosa variante Delta, detectada en México desde principios de mayo.
Para no repetir los errores que causaron tantas muertes, el país necesita toda la información y extirpar del discurso oficial el optimismo a rajatabla.