Por tercer mes consecutivo, el municipio de Ramos Arizpe reportó en cero el número de cremaciones realizadas en el Panteón San Ignacio.
La baja incidencia en contagios y defunciones por Covid-19 en la región Sureste quedó reflejada en el drástico descenso de los servicios requeridos en el único crematorio que opera en la localidad.
“Cuando la pandemia alcanzó sus niveles más altos, en Saltillo se saturó la capacidad para las incineraciones diarias por lo que decidieron recurrir a Ramos Arizpe y tuvimos una altísima demanda, en la que – en promedio- se cremaban cien cadáveres cada mes. Ahorita las condiciones son muy diferentes y abril, mayo y junio no se ha tenido ni un solo servicio de cremación”, explicó Francisco Javier Vázquez Ramos, director de Servicios Concesionados.
De acuerdo con datos de dicho departamento, durante todo 2020 se registraron 824 cremaciones en el horno propiedad de la empresa Villanueva Fernández ubicado en el Panteón San Ignacio.
La mayor actividad se registró en agosto con 150 incineraciones y en noviembre con 178.
Se estima que, al día, los trabajadores de este lugar ingresaban hasta diez cadáveres para convertirlos en cenizas.
El 2021 arrancó con 56 servicios en enero; 56 cremaciones en febrero, y las últimas realizadas fueron en marzo, cuyo registro arroja 11 servicios.
“El noventa por ciento de los servicios está relacionado a fallecidos por Covid-19, aunque ya este año se tuvieron casos motivados por la decisión de las familias de tener a la persona en cenizas”, dijo el funcionario.