POR FRANCISCO TOBIAS
Hace algunos días el señor presidente en una de sus conferencias conocidas como “Las mañaneras”, afirmó que la economía mexicana va bien, que sólo le “ocupaba” la inflación.
Y no es para menos, mas allá de poner en tela de juicio su afirmación de que la economía marcha bien, debería de sobre ocuparse en el desmesurado aumento de los precios.
La inflación es el incremento constante y permanente de los precios de las mercancías en una economía. Esta variable económica, por increíble que parezca, data de más de siglo y medio antes que la misma ciencia económica, ya que la primera medición del cambio, aumento, en los precios se realizó en el imperio romano durante el mandato del emperador Diocleciano, entre los años 284 y 330 D.C.
La inflación en nuestra economía durante el mes de abril fue la más alta desde el año del 2017, ya que para el mes de abril de este año teníamos una inflación anual equivalente al 6.08 por ciento. Entre los bienes que han experimentado mayor inflación se encuentra el gas LP con un incremento del 31 por ciento, la gasolina conocida como la roja y el pollo sufrieron un aumento del 29.5 por ciento.
El Banco de México es uno de los actores principales, junto con la Secretaría de Hacienda, para lograr mantener el valor del peso, ya puso en marcha políticas monetarias restrictivas al aumentar la tasa de interés del 4 al 4.5 por ciento, buscando contraer un poco la demanda y un aumento en la inversión financiera para poder tener menor cantidad de dinero en el mercado y así evitar un incremento mayor en los precios.
Es importante precisar que la teoría cuantitativa del dinero establece que entre mayor sea la cantidad de dinero que exista en una economía el aumento en los precios, es decir, la inflación aumentará.
Uno de los peores males económicos es la inflación, en ciertas economías, como lo fue el 2020 en Venezuela donde se sufrió una hiperinflación del casi 3 mil por ciento. Y es que este fenómeno económico además de provocar perdida del valor adquisitivo de la moneda, desalienta la inversión y el ahorro, con ello la reducción en la generación de empleos, escasez de mercancías e incertidumbre sobre el futuro económico.
Les comparto esta pequeña frase del escritor Ernest Hemingway: “La primera panacea para un país mal administrado es la inflación de la moneda”.