Cuestionado sobre la violencia criminal en Aguililla, Michoacán, el Presidente Andrés Manuel López Obrador insistió en la defensa de su estrategia de abrazos, no balazos, porque su Gobierno no quiere confrontación y pérdida de vidas humanas.
«Conozco El Aguaje, Aguililla, toda esa región y el pueblo de Michoacán y es un pueblo bueno, un pueblo trabajador, entonces que no se dejen llevar, que no los enganchen, porque hay dos o tres grupos. Entonces, quieren apoderarse de territorios y provocar confrontación y pérdida de vidas humanas.
«Aunque se burlen voy a seguir diciendo, abrazos, no balazos»
«No vamos a dejar como antes el que garanticen la paz los grupos de autodefensa, eso no, eso fue un grave error»
«No, yo no soy Peña ni soy Felipe Calderón»
«Y nosotros no queremos eso, no queremos que nadie pierda la vida y aquí incluyo a todos, no quiero que pierdan la vida quienes están en las bandas delictivas, no quiero que pierda la vida nadie, no estoy de acuerdo con la vía violenta, soy pacifista, aunque se burlen, porque tengo una razón de fondo, aunque se burlen voy a seguir diciendo, abrazos, no balazos», dijo en conferencia.
El Mandatario federal señaló que en esa región se está buscando el diálogo, y que no se dejará la seguridad a cargo de grupos de autodefensa, pues sus adversarios quisieran poder decir que su Gobierno es como el de Enrique Peña Nieto o el de Felipe Calderón.
«El Estado tiene como función básica garantizar la paz y la tranquilidad, no vamos a dejar como antes el que garanticen la paz los grupos de autodefensa, eso no, eso fue un grave error que causó muchas vidas, eso ya no se acepta y estamos buscando el diálogo.
«Y están muy interesados nuestros adversarios, mucho muy interesados en la provocación, en que caigamos en la trampa de la provocación, de la violencia, porque quisieran mancharnos, quisieran poder decir ‘es lo mismo de antes’. No, yo no soy Peña ni soy Felipe Calderón», comentó.
Ayer, el jefe del Ejecutivo defendió su estrategia de seguridad frente a Jorge Ramos, articulista de REFORMA.
«Lleva casi la mitad de su Gobierno y sigue todavía culpando a otros ex Presidentes por lo que usted no ha podido hacer, así que mi pregunta es si usted cree que su estrategia de abrazos y no balazos ha sido un verdadero fracaso. Están los muertos, están todos ahí. Y si va a pedir ayuda, porque hasta el momento no se ha podido», cuestionó el periodista.
El Presidente dijo no estar de acuerdo y que él tenía «otros datos» que demostraban que la situación, aunque poco, había mejorado.
«Nosotros tenemos dificultad para reducir como quisiéramos el delito de homicidio, pero, que esto es importante, hemos logrado contener el crecimiento que se traía en homicidios, incluso hay una disminución desde que llegamos, si quieres marginal, del tres por ciento», argumentó.
El Mandatario mostró gráficas para intentar explicar que la tendencia al alza de homicidios se contuvo durante su Administración, pero el periodista Jorge Ramos lo atajó: «no puede decir que tiene 100 muertos diarios y que esto es un éxito».
«Permíteme», respondió el Presidente para no perder el hilo de la explicación, sin embargo, concedió: «No, claro que no es un asunto fácil, ya lo expliqué, de que (es) un fruto podrido que heredamos».