Por Carolina Salomón
Romina Abigail, es una niña con discapacidad auditiva que acompañada de su mamá asistía a pie a la caravana de graduación que realizó su kínder.
La actividad fue organizada por los docentes los cuales notificaron a los papás que quienes no tuvieran auto podían participar caminado llevando en mano una cartulina decorada con el nombre y grado del alumno.
Sin embargo, la sorpresa que se llevó la madre de familia al llegar al evento es que su hija y ella eran las únicas que no contaban con vehículo y una maestra le dijo que no podían ser parte de la caravana pues a pie el camino sería muy largo y cansado.
La pequeña de 5 años de edad ya iba lista, llevaba globos y una cartulina con su nombre, estaba feliz y ansiosa por que empezara la actividad de fin de curso.
A Esmeralda Espinoza Medina, madre de la menor, sus amistades ya le habían hablado de una agencia de autos que prestaba sus unidades para este tipo de eventos pero no habló a solicitar un auto con anterioridad porque prensó que más padres irían a pie y se sentiría mal que mientras su hija iba en carro vería a otros niños caminando.
“Yo no acepté llamar a esa agencia porque dije va a ver más niños que irán caminando pues para mí sorpresa llego al kínder y me dice la maestra que vaya a la plaza a ver si hay un carro disponible que porque no podían pasar a pie”, dijo.
Mencionó que gracias a la agencia de Autos Jeep de Monclova, su hija pudo participar en la caravana al igual que sus otros compañeritos pues cuando estaban a punto de retirarse decidió pedirles un carro y de inmediato se lo mandaron sin cobrarle un solo peso.