
Las autoridades de inmigración de Estados Unidos ya no encarcelarán de manera rutinaria a las migrantes que enfrentan la deportación si están embarazadas o dieron a luz recientemente, revirtiendo una política del gobierno de Donald Trump.
La directriz anunciada el viernes no impide al Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE por sus siglas en inglés) iniciar procedimientos para deportar a mujeres que están embarazadas, amamantando o que dieron a luz en el último año. Pero en general, ya no serán detenidas mientras se resuelven sus casos, excepto en “circunstancias excepcionales”, dijo la agencia.
Grupos defensores de inmigrantes y de mujeres han dicho que la práctica de detener a migrantes embarazadas amenaza la salud materna y fetal. Estos grupos también han criticado la atención médica en los centros de detención para migrantes.
“Esto refleja nuestro compromiso de tratar a todas las personas con respeto y dignidad y al mismo tiempo hacer cumplir las leyes de nuestra nación”, dijo el director interino del ICE, Tae Johnson.
El cambio es parte de un esfuerzo más amplio de la administración del presidente Joe Biden para revertir algunas políticas de la era Trump y aplicar políticas similares a las del gobierno de Barack Obama. Hace poco, el ICE adoptó un borrador de pautas para enfocar las detenciones en personas que ingresaron sin permiso al país recientemente, que representen una amenaza para la seguridad nacional o que han cometido delitos graves.