Por Rocío de Jesús
“De aplicar la justicia yo nunca he tenido miedo, nunca he tenido temor de aplicar lo que la ley me indica que se tiene que hacer, alguien lo tenía que hacer y me tocó a mí, si yo hubiera tenido temor me hubiera ido hace 15 años” expresó el magistrado Hiradier Huerta, respecto al caso que atendió en contra de los militares que violaron a las sexoservidoras.
Este emblemático caso fue desarrollado por el ahora magistrado Hiradier Huerta Rodríguez, entonces juez del fuero común, quien enjuició a elementos del ejército mexicano por primera vez, no solo en Coahuila ni en México, sino en todo América Latina.
“Human Rights Watch es una organización no gubernamental dedicada a la investigación, defensa y promoción de los derechos humanos con sede en Washington y publicaron que fue un hito este caso que me tocó resolver en favor de los derechos de la mujer; porque por los estereotipos que se formaban del oficio donde trabajaban las afectadas, nosotros actuamos en favor de los derechos de ellas y quedó establecido en ese tema desde hace 15 años”.
“La historia no me está tratando mal en relación a ese asunto en particular, ahí están las respuestas, es un parteaguas de la justicia en México, hubo sentencias absolutorias sí, pero también condenatorias confirmadas”.
En cuanto a la participación del ejército, manifestó que siempre fue muy respetuoso del proceso, nunca recibió amenazas ni represalias por parte de ellos.
“El Ejército siempre fue muy respetuoso con la institución del Juez, al Juzgado tuvieron que declarar altos mandos militares y se tiene que decir que hubo un respeto pleno hacia el procedimiento y hacia los funcionarios que estaban llevando el proceso”.
Indicó que durante ese tiempo, las jornadas de trabajo eran extenuantes ya que los expedientes de los 8 involucrados eran de mil hojas cada uno, se desahogaron aproximadamente 400 pruebas en 100 audiencias, todo en un año.
Por ello, agradeció nuevamente al Personal del Juzgado Segundo de Primera Instancia del Distrito Judicial de Monclova, por el esfuerzo y dedicación puestos para salir adelante en ese proceso, en el que se dictó la primera sentencia en América Latina de este tipo emitida por un Juzgador del fuero común.
“De aplicar la justicia yo nunca he tenido miedo, el funcionario judicial debe ser una persona íntegra que enfrente los hechos con la valentía suficiente para resolver ajustado a derecho”.