Igual que López Obrador, los jubilados del IMSS que cerraron un tramo de Paseo de la Reforma y ayer impidieron la entrada a las oficinas de ese instituto, culpan a Felipe Calderón y al régimen neoliberal de todos sus males. Aunque ellos aseguran que el hoy Presidente tiene la solución, pero no ha hecho caso. Quizás, consideran, no está enterado.
Bajo una carpa mojada de Paseo de la Reforma, Rosario Hernández, una química bióloga de 58 años, dirigente de la Alianza Nacional de Jubilados y Pensionados del IMSS (JubIMSS), contiene su hambre mientras los demás comen frijoles negros con queso y explica que los problemas del grupo comenzaron en 2008.
«En el gobierno neoliberal de Felipe Calderón se inventó una jurisprudencia que es la 185/2008, con lo que acordaron quedarse con el descuento que nos hacían por cesantía y vejez, aparte del de la jubilación, y ya en 2014 no nos pagaron, pese a que ya nos lo habían descontado», dice.
En realidad fue en diciembre de 2014 cuando, al resolver varios amparos, la Suprema Corte de Justicia aprobó que los demandantes no tenían derecho a que se les devolvieran los rubros de cesantía en edad avanzada y vejez. Ya para entonces el movimiento de jubilados y pensionados, que Rosario Hernández calcula en 9 mil y a quienes se les adeudan en promedio 400 mil pesos, le habían pedido ayuda a López Obrador.
«Hoy estuvimos haciendo la cuenta y le hemos entregado más de 70 escritos», dice.
El Gobierno y las afores les niegan el pago, pero dice Rosario Hernández que en la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje de Oaxaca les tramitan el pago, pero se quedan con el 60 o 70 por ciento. «¿Se imagina, 70 por ciento de moche?».
La última ocasión en que hablaron con López Obrador fue en abril del año pasado, cuando fue a inaugurar el Hospital de Tlaxiaco, Oaxaca, añade Josefina García, una enfermera de 53 años, sentada en una silla bajo la carpa de Reforma donde ha comenzado a caer una llovizna.
«Lo esperamos en la subida y le entregamos los documentos en donde le explicamos con bolitas y palitos de qué se trataba y entonces dijo que lo iba ver y después nos mandó con Zoé Robledo (director del IMSS) y ese señor nada más nos ha dado atole con el dedo».
La dirigente de JubIMSS explica que el 29 de abril comenzaron cinco reuniones en la Secretaría de Gobernación. La última fue el 11 de junio, pero que Robledo sólo fue a una y media.
«Y digo una y media, porque sí fue a una y como 10 minutos de la otra», expresa.
El 18 de junio, un grupo de jubilados se manifestó en una gira presidencial por Veracruz. Cuatro días después, en su conferencia, el Presidente habló del tema.
«Ya se les explicó que no puede haber dos pensiones», aseguró.
Fue ese día cuando planearon convocar a un bloqueo frente a las oficinas del IMSS en Paseo de la Reforma, la misma Avenida que el Presidente cerró cuando fue candidato.
«Estaba en mi casa estaba viendo la mañanera porque yo siempre la veo y entonces me dije qué mal está este señor, está muy mal informado y fue cuando se nos metió a la cabeza venir a explicarle por qué reclamamos ese dinero que es nuestro», señala Rosario Hernández.
Llegaron el 6 de julio de Oaxaca, Morelos, San Luis Potosí, Tamaulipas, Sinaloa y Veracruz y se instalaron frente a las oficinas del IMSS. Bloquearon todos los carriles con carpas y casas de campaña.
Una pareja de oaxaqueños de 60 y 54 años están en huelga de hambre desde el día siguiente. Ahora, demandan una reunión con el Presidente.
«Obrador nos dio el ejemplo de lucha de resistencia, gracias a eso él es Presidente, pero nosotros sufrimos más porque somos más grandes y estamos aquí con todo y pandemia», considera Rosario Hernández.
Este martes, cerraron desde las seis de la mañana hasta las cuatro de la tarde todas las entradas del IMSS, pero aun así los enviados del Gobierno llegaban a preguntar apenas cuáles eran sus demandas.
«Por eso es que nosotros pensamos que Obrador no está todavía enterado», dijo Alejandro Martínez, un jubilado, con su plato de frijoles en la mano.
