
Las Dunas de Bilbao emergen en una superficie de casi 20 kilómetros cuadrados, en el Pueblo Mágico de Viesca, municipio ubicado a poco más de una hora de distancia de la ciudad de Torreón.
Sus grandes extensiones de formaciones de arena dorada han sido inspiración para la filmación de películas como Rescatado al Soldado Pérez, Dragonball Z, entre otros largometrajes. Es este impresionante escenario donde surgen historias cotidianas, aquellas que bien pudieran ser parte de un guión de película.
Desde la lugareña llamada María Félix, hasta jóvenes atletas que llegan a este lugar para la práctica del deporte denominado sandboarding, en esta reserva natural protegida de La Laguna de Coahuila, ubicada específicamente en el ejido Bilbao. En el complejo declarado Reserva Natural Protegida, es administrada por los ejidatarios, quienes con una cuota de treinta pesos, dan acceso a dicho lugar que cuenta con espacios asadores, baños públicos, y hasta un remolque en donde se vende desde un refresco y todo lo necesario para encender la parrilla.
MI TIENDITA, SOL Y ARENA
Tras la caminata a las dos de la tarde por las sinuosas arenas de las dunas, el sol calaba, y el cansancio detonó la necesidad de hidratarse. Y qué mejor hacerlo que con una helada botella de agua que ofrecía María Félix Reyna Adriano, en su remolque llamado Mi Tiendita, Sol y Arena, instalado junto a los grandes pinabetes que decoran el paisaje en este desértico sitio:
“El remolque se llama así por mi nieta Marisol y porque está rodeada de arena”, explicó.
El día para María Félix comienza desde temprana hora; en que tiene que preparar los guisos, las hieleras, las ollas, todo para salir con su traila a vender al interior del complejo de las Dunas de Bilbao, administrado por los ejidatarios de Bilbao. Su peculiar nombre llama la atención; no es “La Doña”, ni se considera actriz. María Félix se llama así por María, su abuela y por su abuelo Felix, que llegaron de Zacatecas para establecerse en Viesca. Con su remolque tiene seis años de trabajo en las Dunas. Más que tener el pose de diva de la famosa actriz mexicana, María Félix es alegre y su trato es más que sencillo, por momentos algo parlanchina; le gusta platicar y que le platiquen.
Comenzó a vender hamburguesas fuera de su casa, en el ejido Villas de Bilbao. Su familia tenía caballos y vacas; pero su esposo llegó en una ocasión con la noticia que había un programa de gobierno donde daban apoyo para comprar una traila.
“A mí me encanta trabajar”. Cuando es temporada baja de turistas, María Félix investiga si habrá algún baile u otro evento y se prepara para vender hamburguesas y gorditas en su remolque al que moviliza donde cree habrá venta.
PARA EL SANDBOARDING, NADA MEJOR QUE LAS DUNAS DE BILBAO
Abogado de profesión y deportista de naturaleza por afición, Hugo Arturo Flores Olivas, de 25 años, radicó en La Laguna hace varios años, pero en la actualidad radica en Matamoros, Tamaulipas.
Para celebrar su cumpleaños 26, Hugo decidió retornar a la región con su esposa, para disfrutar de las doradas y suaves arenas que ofrecen las Dunas de Bilbao en Coahuila.
“En algún momento estuve trabajando aquí, trabajé como abogado, hice grandes amigos. Y vine a pasar las vísperas de mi cumpleaños 26 en La Laguna. A mi esposa también le gusta hacer actividades de naturaleza conmigo, y qué mejor que venir a las Dunas de Bilbao. Por temas de la pandemia, los lu gares abiertos hay menos riesgo de contagiarse, mejor venir a disfrutar, hacer deporte aquí”.
Flores Olivas ya practicaba este deporte. Hizo sandboarding desde que radicó en Veracruz y aprendió en un lugar llamado las Dunas de Chachalacas:
“Como cualquier deporte, se requiere tener una muy buena condición física, y un manejo motriz básico del cuerpo, con buen equilibrio”. “Aquí hay mucho sol, hay que estar hidratado y con muchas ganas de querer divertirse y hacer una buena caminata en la arena. Te pueden deslizar sentados sobre la arena, no hay posibilidad de lastimarse”.
Sin embargo, no obstante la belleza de este lugar, donde por las noches y sin contaminación lumínica se puede apreciar una clara visión de una noche estrellada, diversas constelaciones e incluso estrellas fugaces, si se llega a acampar en dicho lugar
PERO, ¿QUÉ LE FALTA?
En opinión de Flores Olivas, lo que le podría hacer falta es que a la gente le interese aprovechar las bellezas naturales que tiene. Sólo falta tener un poco de interés por conocerlas. Y por otro lado, lo que tiene que ver con la concientización de los visitantes en materia de limpieza:
“Si estás descalzo caminando en las dunas, es posible encuentres latas, vidrios, que no sólo daña la naturaleza, sino que puede lastimar a los visitantes”, lamentó.