Una persona apasionada, comprometida, gran esposo, padre y abuelo fue Mario Dávila Dávila, quien falleció a los 85 años de edad, causando gran tristeza entre sus familiares y seres queridos.
Mario nació el 10 de mayo de 1936, en Saltillo, Coahuila, y es hijo de Mario Dávila y Cristina Dávila de Dávila (finados).
Contrajo matrimonio con Cristina Lobo Morales el 17 de noviembre de 1962, y juntos formaron una familia amorosa a lado de sus tres hijos: Mario, Catina y Ana Lucía, quienes siempre fueron su principal razón de existir.
Sus hijos políticos son Susana Ortiz de Dávila, Vicente Aldape Domene y Federico Haller, a quienes también quisieron inmensamente.
Sin duda, su motor principal siempre fue su familia; su esposa, hijos y nietos, con quienes compartió grandes vivencias, anécdotas y un sinfín de recuerdos, los cuales permanecerán siempre en sus corazones como parte del legado de amor y unión que les deja.
Mario fue un hombre trabajador y visionario, realizó sus estudios profesionales en el ITESM, además de una Maestría en Administración de Empresas.
Fue Vicepresidente del Grupo Protexa durante varios años y Presidente de la empresa Cotemar.
En su vida social perteneció a espacios como el Club Campestre, Casino Monterrey y Deportivo San Agustín, lugares en donde hizo entrañables amistades a lo largo de su existencia.
Gozó al máximo a sus amigos, ya que compartía grandes aventuras con ellos.
Era un hombre apasionado que vivió intensamente, amante de la pesca y el golf, actividades que realizaba frecuentemente.
Otros de sus pasatiempos fueron la música y los viajes, por lo que recorrió diversos países, conoció otras culturas y compartió su amor por disfrutar el mundo con su familia.
Sin duda su partida ha dejado una huella imborrable entre la comunidad, pues decenas de personas han lamentado su pérdida mediante redes sociales.
Auténtico, sincero, exitoso, hombre de muchos valores, alegre y positivo, así era Mario, quien partió de este mundo el 28 de julio.