Por Fabiola Guarneros Saavedra
El presente
Revisar el pasado para corregir errores es un gran propósito. Aplicar la ley y castigar a corruptos y saqueadores sería lo justo. Culpar sin remediar el presente y sin ejercer acción penal o administrativa es un fracaso.
Trazar un proyecto de nación sin reconocer ni atender las carencias, debilidades y crisis del presente es un despropósito.
Este es México hoy, con sus cifras y sus dolencias. Detrás de cada número hay un rostro, un nombre, una familia, un ciudadano.
En tres días consecutivos, México registró cifras máximas de contagios de covid-19 (el jueves hubo 19 mil 223 nuevos contagios). La tercera ola sí debe preocupar, sobre todo por el incremento en la saturación de camas de hospital. ¿Conoce a alguien que ha enfermado en estos últimos días? ¿Sabe de alguien que requiere hospitalización? En mi entorno inmediato enfermaron cuatro compañeros al mismo tiempo y una más necesitaba con urgencia una cama de hospital. Las autoridades dicen que hay disponibilidad, en la puerta del servicio de urgencias dice: “No hay camas”.
La excelente periodista Laura Toribio (perdió a su padre por covid-19) documentó que, desde hace un año y medio, el nuevo coronavirus sigue matando a los mexicanos más vulnerables. Nueve de cada diez muertos por covid son amas de casa, jubilados o pensionados, empleados de servicio, pero también empleados del sector público, conductores, profesionales, no ocupados, ayudantes, peones, artesanos, trabajadores de fábricas y personas que se dedican a la reparación o al mantenimiento.
Antes de la pandemia había 50 millones de pobres y ahora son 60 millones o más, que son las personas con mayores carencias socioeconómicas y las que siguen presentando los mayores niveles de mortalidad, le dijo a Laura Toribio el investigador del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias de la UNAM Héctor Hernández Bringas, quien desde mayo de 2020, con base en los certificados de defunción, delineó el rostro de los muertos por covid en el país.
El Subsistema Epidemiológico y Estadístico de Defunciones (SEED) de la Dirección General de Información en Salud registró, hasta la última semana de junio, a 81 mil 162 amas de casa que habían enfermado y muerto a causa del coronavirus. Esto es más, incluso, que todas las mexicanas que murieron en 2019 por enfermedades del corazón e insuficiencia renal, padecimientos que mataron a 79 mil 127 mujeres en ese año.
Según el SEED, hasta el 31 de junio, 56 mil 869 trabajadores del área de servicios habían muerto a causa del covid-19, entre ellos, vendedores ambulantes, secretarias, capturistas, cajeros, trabajadores de servicios de alquiler, mensajeros, ayudantes de la preparación de alimentos, entre otros.
En los profesionistas, entre los que se encuentra personal de salud, educativo, auxiliares y técnicos en ciencias económico-administrativas, ciencias sociales y humanísticas, se acumulan 22 mil 473 decesos (Excélsior, 29/07/2021).
El Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi), con la actualización de cifras presentada el jueves, confirmó que los fallecimientos por covid-19 fueron la segunda causa de muerte entre los mexicanos durante 2020, con 201 mil 163 personas que perdieron la vida a causa del coronavirus. Esta cifra representa 52 mil 534 defunciones más de las que la Secretaría de Salud reportó el mismo jueves para todo 2020 (148 mil 629 muertes).
El informe del Inegi se basa en el registro de los certificados de defunción emitidos por las oficinas del Registro Civil de cada una de las 32 entidades del país.
La Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto 2020 del Inegi reveló que la pandemia provocó una caída generalizada de los ingresos de los hogares en México entre 2018 y 2020. En 22 entidades federativas se redujo el promedio de los ingresos, las más afectadas fueron Quintana Roo, Ciudad de México y Jalisco.
Los únicos que libraron el impacto fueron los hogares más pobres debido a las distintas transferencias que recibieron.
Los mexicanos gastaron más en salud y el sistema privado absorbió durante 2020, en plena pandemia, más de la mitad de la atención médica en el país. Casi 6 de cada 10 mexicanos se atendieron en servicios privados.
“Hay déficit o una necesidad de atención que no pudo ser cubierta por el sistema público. De 2018 a 2020 hubo un incremento de 9.6 millones de personas más que recurrieron a la atención privada”, explicó Judith Méndez, investigadora del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (Excélsior, 20/07/2021).
¿Por qué se insiste en negar el presente? Así no podrán corregirse las deficiencias y carencias en los sistemas nacionales de salud y educación ni asegurar una estrategia de desarrollo económico y social eficiente.
¿Estamos preparados para el regreso a clases en las aulas? ¿Cómo trazar la ruta si hoy negamos los contagios en los menores de edad y en los maestros, si no se ha iniciado la rehabilitación de los planteles ni se ha garantizado que todas las escuelas públicas tengan agua potable y sanitarios dignos? ¿Cómo pensar en la educación del futuro si hoy negamos la crisis del presente?
